Se trata de una herramienta que con su creación alcanza los límites físicos, económicos y prácticos y se encuentra en Chile.
Se trata del telescopio óptico e infrarrojo más grande del mundo jamás construido hasta el momento. De hecho, existen varias razones que indican que éste seguramente será el último telescopio de esta categoría en la Tierra. Esto se debe, según cuentan los expertos, a que alcanzó el límite de lo que se puede realizar actualmente.
Se encuentra ubicado en el árido desierto de Atacama en Chile, y se ha convertido en una hazaña de ingeniería y ciencia. Tiene diferentes partes que lo hacen un telescopio fuera de serie, una de ellas es su cúpula. La misma terminará pesando 6.100 toneladas una vez que esté terminada. La estructura pesa 2.500 toneladas y se desplaza en pruebas a un ritmo de un centímetro por segundo.
Otra de ellas son sus espejos, el primario segmentado, que mide 39.3 metros de diámetro y el secundario de 4,2 metros de diámetro. De esta forma podrá recoger 100 millones de veces más luz que el ojo humano. Además será 13 veces más potente que los telescopios ópticos actuales.
También supera al Telescopio Espacial James Webb, ya que capturará imágenes cinco veces más nítidas. Esto se debe a la dimensión del espejo y su capacidad de deformar su estructura gracias a sistemas de óptica adaptativa que corrigen la distorsión atmosférica. El ELT utilizará ocho unidades de estrella guía láser para lograr este nivel de precisión.
Cabe destacar que el objetivo del nuevo telescopio es la búsqueda de planetas en otros sistemas estelares. Así como también el estudio de la formación de estrellas y galaxias en el universo primordial. Además de la medición directa de la expansión del universo.
Según ingenieros y astrofísicos, esta será la herramienta que ayude a responder muchas de las preguntas que hasta hoy no tienen respuesta.
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