Estuvo internado durante 4 días por una bronquitis en el hospital de Roma Gemelli. Fue esperado por un grupo de fieles a quienes exclamó: “Sigo todavía vivo, no tuve miedo”.

Antes de abandonar el Hospital Gemelli, Francisco visitó a los chicos internados en la unidad de pediatría oncológica. Durante la visita, el Papa llevó regalos a los niños y resaltó que ese tipo de acciones corresponden a “la vocación de cura, de párroco”.
El sacerdote también se hizo tiempo para bautizar a un recién nacido y elogiar la tarea de los médicos y enfermeros que lo atendieron durante su internación. Al salir, de muy buen semblante y humor, el Papa bromeó afirmando que “aún estoy vivo” y aseguró que “no tuvo miedo” durante las tres jornadas que permaneció internado.
Además, confirmó que conducirá las celebraciones del Domingo de Ramos mañana en el Vaticano.
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