En el calor abrasador del verano, las temperaturas extremas no solo afectan nuestra comodidad, sino que también tienen efectos profundos en los trabajadores y la economía.

El aumento del mercurio plantea desafíos importantes para las personas que trabajan en diversas industrias, lo que influye en su salud y bienestar. Además, no se pueden ignorar las repercusiones económicas del calor extremo.
Ese es el motivo detrás de un estudio innovador presentado hoy por el Centro de Resiliencia de la Fundación Adrienne Arsht-Rockefeller del Atlantic Council. Combinando experiencia en el análisis de datos de la firma de investigación Vivid Economics, el estudio está diseñado para cuantificar algunos de los impactos económicos y sociales más importantes del calor en los Estados Unidos en la actualidad, y para proyectar cómo se verán en un futuro no muy lejano.
Riesgos para la salud y la seguridad
El calor extremo puede tener graves consecuencias para la salud y la seguridad de los trabajadores. La combinación de altas temperaturas y esfuerzo físico puede provocar enfermedades relacionadas con el calor, como agotamiento por calor, deshidratación e incluso un golpe de calor potencialmente mortal. Tales condiciones comprometen la función cognitiva, dejando a los trabajadores abrumados y propensos a accidentes y lesiones.

Industrias como la agricultura, la construcción y el transporte son particularmente vulnerables a los impactos del calor extremo. Según , estos sectores a menudo implican actividades extenuantes al aire libre, lo que expone a los trabajadores a condiciones peligrosas. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que incluso los trabajadores de interiores pueden estar en riesgo si sus lugares de trabajo carecen de sistemas de ventilación y refrigeración adecuados.
Disminución de la productividad
El calor abrasador inevitablemente afecta la productividad y las capacidades cognitivas de los trabajadores. Las investigaciones muestran que en los días calurosos, las personas tienden a ser menos productivas y enfrentan dificultades para concentrarse y tomar decisiones. Los efectos agotadores del calor extremo provocan fatiga y un ritmo de trabajo más lento, lo que en última instancia reduce la eficiencia general.
En ciertas industrias que dependen en gran medida del trabajo manual, como la agricultura y la construcción, el calor extremo puede tener un impacto significativo en la productividad. El esfuerzo físico combinado con el agotamiento inducido por el calor puede resultar en una disminución de la producción, afectando tanto a los trabajadores como a sus empleadores. Además, la necesidad de pausas y períodos de descanso más frecuentes interrumpe aún más el flujo de trabajo, lo que genera pérdidas de productividad adicionales.
Consecuencias económicas
Además del impacto directo en la productividad de los trabajadores, el calor extremo puede desencadenar consecuencias de gran alcance que afectan a industrias y economías enteras. Las pérdidas económicas mundiales debido al calor extremo oscilan en billones de dólares.
Las industrias altamente expuestas al calor extremo, incluidas la agricultura, el turismo y la construcción al aire libre, a menudo enfrentan pérdidas financieras sustanciales. Los cultivos pueden marchitarse y fallar en condiciones abrasadoras, lo que afecta el suministro de alimentos y provoca un aumento de los precios.
La industria del turismo puede experimentar una reducción en el número de visitantes, ya que las personas optan por evitar los destinos sofocantes. Además, los proyectos de construcción al aire libre pueden enfrentar demoras y mayores costos debido a problemas de seguridad.
Además, el calor extremo ejerce presión sobre la economía en general. La reducción de la productividad y el aumento del ausentismo repercuten en las cadenas de suministro, lo que da como resultado la pérdida de ingresos y la reducción del crecimiento económico. Los consumidores también pueden reducir sus gastos, centrándose en artículos esenciales en lugar de compras discrecionales. La mayor demanda de refrigeración, como aire acondicionado, conduce a un mayor consumo de energía y costos asociados. La infraestructura puede experimentar tensión debido al aumento de la demanda de electricidad y posibles cortes de energía.
Preparándose para el futuro
A medida que las temperaturas continúan aumentando debido al cambio climático, es esencial considerar las implicaciones para la futura fuerza laboral y la economía. Los efectos del calor extremo durante la infancia pueden tener consecuencias a largo plazo, afectando las habilidades de aprendizaje y provocando menores ingresos a lo largo de la vida. Esto, a su vez, limita el crecimiento económico y la prosperidad futuros.
De cara al futuro
Para abordar los desafíos que plantea el calor extremo, los empleadores y los legisladores deben tomar medidas proactivas. Estos implican proporcionar los descansos necesarios, un amplio suministro de agua y áreas sombreadas para que los trabajadores descansen. Es importante desarrollar horarios de trabajo que eviten las horas más calurosas del día y garanticen sistemas de ventilación y refrigeración adecuados en los lugares de trabajo cerrados.
Las inversiones en medidas de adaptación y protección de los trabajadores pueden resultar beneficiosas a largo plazo. Tales medidas no sólo reducen los riesgos para la salud de los trabajadores, sino que también contribuyen a aumentar la productividad y compensar las posibles pérdidas económicas.
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