El desayuno siempre se consideró saludable, pero estudios recientes sugieren que no es necesario y afectar el metabolismo.
Durante años, el desayuno fue considerado la comida más importante del día, pero investigaciones recientes cuestionan su verdadera relevancia. El nutricionista Vicente Clemente sostiene que este hábito no tiene un respaldo científico sólido y podría incluso contradecir la biología humana.
Según el especialista, el ser humano no está diseñado para ingerir alimentos inmediatamente después de despertar. Hacerlo podría favorecer el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes o problemas cardiovasculares.
Desde una perspectiva evolutiva, los primeros humanos no tenían acceso inmediato a comida al comenzar el día. Esto sugiere que el desayuno no es una necesidad biológica. Clemente explica que el cuerpo necesita ciertos estímulos antes de recibir energía, como la activación del cortisol, el movimiento físico y la exposición a la luz solar.
En su opinión, estos factores deberían priorizarse por encima del consumo inmediato de alimentos. Además, menciona que una alternativa para quienes no pueden exponerse al sol temprano es tomar duchas frías, ya que estas activan el metabolismo y fortalecen el sistema inmunológico.
En este debate, el ayuno intermitente ha cobrado relevancia como estrategia para mejorar la salud metabólica y controlar el peso. Este método consiste en alternar períodos de alimentación con períodos de ayuno, con variantes como el ayuno diario restringido o el método 5:2. Mientras algunos prefieren esta práctica para reducir la ingesta calórica y regular el metabolismo, otros optan por desayunar para obtener energía y estabilidad en el inicio del día.
No hay una respuesta única sobre qué opción es mejor. Según Mayo Clinic, la decisión entre ayuno intermitente y desayuno depende del estilo de vida y los objetivos de cada persona, ya que ambas estrategias pueden tener beneficios según su correcta implementación.
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