El debate entre los candidatos porteños tuvo cruces ideológicos, eslóganes de campaña y escasas propuestas para resolver los problemas de la ciudad.
El debate entre los candidatos a legisladores porteños evidenció una fuerte polarización política, que desplazó casi por completo la discusión sobre temas concretos de la Ciudad. A lo largo de más de tres horas, los cruces priorizaron las tensiones ideológicas sobre las propuestas legislativas. En este contexto, los discursos dejaron en segundo plano las necesidades cotidianas de los vecinos.
¿Qué dijeron los candidatos durante el debate?
Por un lado, Manuel Adorni, de La Libertad Avanza, insistió en vincular la elección con la continuidad del modelo libertario. Según afirmó, el kirchnerismo representa un obstáculo que busca frenar los cambios estructurales iniciados por Javier Milei. Por eso, planteó que extender este modelo es la única forma de evitar un retroceso.
Del otro lado, Leandro Santoro, de Unión por la Patria, contraatacó. Señaló que el gobierno degrada lo público, naturaliza la violencia y vacía el sentido de comunidad. A su entender, la Ciudad necesita recuperar la solidaridad y frenar la privatización.
A la vez, Silvia Lospennato, del PRO, se mostró como garante de los valores institucionales. Recordó los logros de la gestión de Mauricio Macri y defendió la identidad antikirchnerista de su espacio.
No obstante, Horacio Rodríguez Larreta, desde Volvamos Buenos Aires, se desmarcó del actual oficialismo. Criticó la falta de obras y propuso duplicar la policía, extender la jornada escolar y aplicar inteligencia artificial en salud y seguridad.
Asimismo, otros candidatos buscaron instalar temas específicos. Eva Koutsovitis propuso un nuevo modelo urbano, con presupuesto participativo y justicia social.
En cambio, Ramiro Marra propuso una agenda de orden público: sanciones para trapitos, cartoneros y personas en situación de calle. Según él, la libertad solo es posible con orden.
Por su parte, Caruso Lombardi, desde una visión vecinalista, pidió que los legisladores trabajen en equipo y no repitan viejas prácticas.
Al mismo tiempo, Yamil Santoro, de Unión Porteña Libertaria, destacó su lista de 100 proyectos legislativos. Cuestionó a sus rivales por priorizar el marketing sobre la gestión y prometió reformas en seguridad, impuestos y urbanismo.
En los cierres, las consignas se repitieron. Para unos, se trataba de elegir entre libertad y kirchnerismo. Para otros, de frenar el ajuste y construir una ciudad justa. Aunque la oferta fue amplia, la falta de diálogo y la insistencia en los enfrentamientos dejaron una conclusión clara: muchas voces, pocos acuerdos y escasa profundidad legislativa.
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