El Congreso avanza en propuestas para limitar las cuestiones de privilegio y hacer más eficiente el desarrollo de las sesiones en la Cámara de Diputados.

Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y Silvia Lospennato, titular de la Comisión de Peticiones, trabajan en una reforma para agilizar las sesiones legislativas. Esta iniciativa surgió tras los recientes conflictos entre los diputados Lisandro Almirón y Oscar Zago, que provocaron la suspensión de una sesión. Estos incidentes, sumados a la creciente tensión en las últimas sesiones, llevaron a un reclamo de Germán Martínez, líder de Unión por la Patria, que pide una solución urgente al ambiente de conflictividad.
Lospennato propuso modificar el Reglamento de la Cámara para que los diputados informen sobre posibles conflictos de interés antes de debatir proyectos. Esto busca evitar que los intereses privados influyan en las decisiones legislativas. Algunos legisladores, como los que trabajan en universidades, se verían afectados por las leyes que se discuten. Victoria Borrego, de la Coalición Cívica, también apoya esta medida de transparencia.
Alejandro Bongiovanni, diputado de La Libertad Avanza, sugirió que las sesiones sean más ágiles y productivas. Propuso que los temas de privilegio se traten al final del día, para dar paso primero a los puntos más relevantes. Lospennato, además, destacó la necesidad de limitar los debates hasta la madrugada y establecer un horario más razonable para el trabajo legislativo.
Algunos diputados, como Christian Castillo y Paula Penacca, temen que estas reformas restrinjan la libertad de expresión en el recinto. Además, se planteó la opción de volver a las sesiones ordinarias, con un temario amplio que permita tratar diversos proyectos. La propuesta es convocar sesiones semanales para asegurar una mayor eficacia y orden en el trabajo legislativo.
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