El canalla salió dormido y enseguida estaba 2-0 abajo, pero en el segundo tiempo levantó y mereció llevarse algo de no ser por el espantoso arbitraje de Baliño, que benefició a Boca.
Rosario Central perdió este sábado por 2-1 ante Boca en la bombonera en un partido lleno de polémicas. Es que el canalla entró a la cancha desconcentrado y tras una falta cerca del área, Lema puso el 1-0 con un tiro libre en donde Broun armó mal la barrera. Para colmo, minutos después, una desinteligencia en el fondo, principalmente de Emanuel Coronel, posibilitó el 2-0 de Aguirre.
Desde allí comenzó otro encuentro en donde Central levantó el rendimiento, propuso más que el local y tuvo varias chances para descontar. Sin embargo el primer tiempo acabaría sin cambios en el marcador.
En el complemento se vio lo mejor del equipo de Lequi, que se mostró superior en toda esta franja del duelo ante un Boca que tuvo a la suerte y al árbitro, para variar, de su lado. Si bien el desempeño de Jorge Baliño fue pésimo en general, fueron fallos puntuales los que salvaron al xeneize de un empate.
Enzo Copetti hizo un gran desgaste y Campaz volvió a ensayar algunas pinceladas que demostraron por qué es distinto. La ausencia de los dos centrales titulares se hicieron sentir y otra vez los errores se terminan pagando caro. Boca poco hizo para merecer la victoria y terminó pidiendo la hora.
Se contabilizaron al menos seis chances claras para el canalla que entre Copetti, Campaz y Ruben no lograron capitalizar. Recién en el minuto 93 el colombiano metió un golazo de tiro libre. Poco después la gran polémica: Advíncula provocó una clarísima falta contra Copetti que Baliño ignoró y ni siquiera fue a chequear al VAR.
Era el penal del empate, el punto que de mínima merecía Rosario Central teniendo en cuenta el desarrollo del partido. Boca ganó “a lo Boca” y el equipo de Lequi deberá aprovechar el parate para recuperar jugadores y, tal vez, incorporar a alguno más antes del cierre del libro de pases.
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