Arroyo Salgado insiste en que el asesinato de Nisman está vinculado a su trabajo y cuestiona las acciones del gobierno y la justicia.

La jueza federal Sandra Arroyo Salgado afirma que el asesinato de Nisman, quien investigaba la AMIA, fue un crimen motivado por sus responsabilidades. Al cumplirse una década de su muerte, insiste en que “difícilmente se llegue a los autores materiales”, pero no pierde las esperanzas.
Arroyo Salgado refuta la teoría del suicidio, argumentando que las evidencias científicas demuestran un asesinato vinculado a su trabajo. Sugiere que quienes dudan deben revisar la última entrevista de Nisman. Allí se clarifica su muerte y la campaña de desprestigio orquestada por altos funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La jueza critica la difamación pública contra su familia y señala el doloroso discurso de la exmandataria en el Patio de las Palmeras. Además, relaciona el asesinato con las amenazas previas por correo sobre la salida de Jaime Stiusso y el desplazamiento de Nisman de la UFI AMIA.
Arroyo Salgado expresa frustración con la investigación de Viviana Fein, destacando la negligencia en la recolección de pruebas y manejo de la escena del crimen. También denuncia la autopsia realizada sin permitir peritos de parte, lo que considera una violación de los derechos de la familia.
Finalmente, menciona su renuncia a la querella en 2018, explicando que su objetivo era esclarecer las circunstancias de la muerte de Nisman, confirmada como homicidio ese mismo año. Ahora, Arroyo Salgado espera que la justicia continúe su trabajo para descubrir la verdad.
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