Era uno de los tres únicos colegios de la ciudad que mantenían una educación diferenciada. Quedan Mirasoles, de mujeres, y Los Arrayanes, exclusivo de varones.
Así lo anunció el director del colegio salesiano, San José Ángel Leónidas Amaya, mediante una carta dirigida a la comunidad educativa: “Tras un largo discernimiento, hemos resuelto abrir el colegio también al alumnado femenino”.
Es un establecimiento que lleva 133 años recibiendo sólo varones, la incorporación de mujeres será gradual y comenzará el año próximo con el ingreso a las salas de nivel inicial. De esta manera, en la ciudad sólo dos colegios mantienen la modalidad conocida como de “educación diferenciada”: Mirasoles y Los Arrayanes, exclusivos de mujeres y varones, respectivamente, y ambos pertenecientes al Opus Dei.
A través de la apertura de las inscripciones para el ciclo lectivo 2024, la composición del alumnado empezará a modificarse. Por primera vez se habilitará el ingreso de niñas a las salas de cuatro y cinco años del nivel inicial.
“Estamos convencidos de que la educación diferenciada -mujeres por un lado, varones por otro- posee muchas virtudes. Estamos contentos y agradecidos de muchos logros. Pero al mismo tiempo queremos seguir respondiendo lo mejor posible a la formación integral del alumnado”, señala la carta recibida por las familias de los alumnos el domingo pasado.
La misiva agrega: “Entendemos que la interacción entre varones y mujeres enriquece la experiencia pedagógica, humanística y pastoral”, y se propone “ampliar el alcance de lo que somos y proponemos como escuela, llegando también a niñas y chicas que desearían poder estudiar en el marco formativo, técnico y salesiano, que ofrece el San José”.
Además, la incorporación de niñas será gradual. Durante el año próximo, se habilitará su ingreso al nivel inicial, de acuerdo a las vacantes disponibles y según criterios institucionales de prioridad. El año siguiente, 2025, se habilitarán los cinco primeros grados del nivel primario, en 2026, los sextos y séptimos grados. Mientras que el acceso a la secundaria podría ser ese mismo año o el siguiente.
El representante legal del colegio, Mariano Gálvez, explicó que la decisión de incorporar alumnas no se tomó de un día para el otro. “Es un proceso que se inició en la segunda mitad de 2019”, dijo cuando se planteó el tema antes el las autoridades provinciales del establecimiento.
Después, sostuvo que se realizó una consulta por escrito “a todos los trabajadores de la obra” para que expresaran su opinión: “Muchos apuntaron que valoran la posibilidad de una educación diferenciada, otros se entusiasmaron con el cambio. Cada uno con sus fundamentos”, sostuvo.
Gálvez expuso que los motivos para el cambio de modalidad fueron múltiples, pero sobre todo se buscó dar una solución práctica a muchas familias de alumnos para quienes es una solución mandar a hijos e hijas a la misma escuela.
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