Ya son 13 las provincias argentinas que adoptaron la ley de alcohol cero, y cinco ciudades en la provincia de Santa Fe, incluída Rosario.
La provincia de Santa Fe avanza con el proyecto de alcohol cero en sus rutas, impulsado por Sebastián Kelman, director del Observatorio Vial de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV). La medida, que requiere aprobación Legislativa, enfrenta críticas por la efectividad de los alcoholímetros.
Kelman confirmó la intención del gobierno provincial de implementar la ley de alcohol cero, subrayando la necesidad de una legislación clara y coherente. En contraste, Osvaldo Aymo, exdirector de la APSV, considera que la tolerancia cero es inviable debido a la falta de fiabilidad de los alcoholímetros.
Aymo, crítico de la normativa incluso durante su gestión, argumenta que los alcoholímetros no garantizan una precisión absoluta, cuestionando la viabilidad de una implementación efectiva. La ley, que tuvo un intento fallido durante el gobierno de Omar Perotti, solo rige por ordenanza en algunas ciudades como Santa Fe, Rosario y Reconquista.
Kelman criticó la gestión anterior y defendió la iniciativa, señalando: “No podemos prestarnos a la confusión. La gestión pasada generó mucho ruido con argumentos falsos. Estamos trabajando en una legislación clara junto con el diputado Palo Oliver.”
Jurisprudencia
El funcionario destacó que ya son 13 las provincias argentinas que adoptaron la ley de alcohol cero, y cinco ciudades en Santa Fe, incluidas Santa Fe y Rosario, que implementan la normativa. “Necesitamos darle claridad al usuario. No se puede tomar y conducir,” enfatizó Kelman.
El proyecto, enviado a la Legislatura, busca la adhesión a la ley nacional promulgada el año pasado. Kelman resaltó que la provincia debe alinearse con sus principales ciudades y localidades.
En cuanto a las críticas sobre los márgenes de error de los alcoholímetros, basadas en un informe del INTI, Kelman aclaró: “Todos los alcoholímetros tienen una homologación periódica cada seis meses. Aunque el margen de error es del 0,07 g/l sangre, por legislación nacional se permite un margen de error del 0,04. Lo contemplamos en el proyecto.”
El proyecto de ley también contempla diferentes sanciones según la infracción. “En algunos casos, solo se retendrá el vehículo para evitar que la persona siga conduciendo. En otros, se inhabilitará al conductor, y si la alcoholemia es alta, la multa será más severa y se exigirá una nueva prueba psicofísica para volver a conducir,” explicó Kelman.
“La principal causa de muerte en jóvenes es la siniestralidad vial. Necesitamos trabajar seriamente en esto. No podemos seguir especulando con la vida de las personas,” cerró.
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