Se trata de una decisión estratégica. El directorio de YPF dio luz verde a la venta de campos que ya superaron su pico de producción óptima.
Este movimiento está destinado a fortalecer la posición de la empresa en el mercado y optimizar su cartera de inversiones. Fue respaldado por una serie de medidas diseñadas para racionalizar y optimizar los campos maduros convencionales de YPF.
La acción de la compañía respondió positivamente a esta noticia con un aumento del 2.43% en el premarket antes de la apertura del mercado.
Sobre la estrategia
El plan de racionalización implica una evaluación minuciosa de la recuperabilidad del valor contable de estos activos. Esto podría resultar en ajustes significativos. Según un comunicado de prensa, el objetivo de este plan es optimizar el portafolio del upstream convencional. De esta manera, YPF podría concentrarse en áreas convencionales y no convencionales que generen una mayor rentabilidad por dólar invertido.
La estrategia de la compañía se centra en la cesión o reversión de activos específicos, conocidos como “campos maduros”; esto es, que han alcanzado su pico óptimo de producción. Son cincuenta y cinco y serán optimizados para permitir que la empresa redirija sus recursos hacia proyectos más rentables y sostenibles a largo plazo.
Mediante una carta dirigida a accionistas e inversores, Pedro Kearney, responsable de Relaciones con el Mercado de YPF, explicó que esta decisión busca una asignación eficiente del capital. Asimismo, prioriza activos de escala que aporten mayor rentabilidad y resiliencia en diferentes escenarios. En tanto, el Directorio destacó que esta optimización no solo refleja un enfoque estratégico para maximizar el valor para la empresa y sus accionistas, sino que también está alineada con las mejores prácticas de la industria petrolera. Según YPF, la producción en campos maduros no es eficiente ni rentable para compañías de su escala.
Además, la empresa se compromete a colaborar activamente con el desarrollo local, asegurando la continuidad de los empleos durante el proceso de transición. Esta medida no solo busca dinamizar la industria petrolera argentina sino también abrir oportunidades para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas locales.