La joven que olvidó al perro en el vehículo fue criticada en redes sociales y el local de Malala, de Corrientes al 600, escrachado con pintadas.
La tarde del 17 de diciembre, un día de altas temperaturas, se dio la triste situación fatal para Coco, el perro de la dueña de la zapatería Malala. Todo se dio tras que su dueña se lo “olvidara” en su automóvil cuando se fue a trabajar, al mediodía. La misma trabaja en un local de calzados ubicado en Corrientes al 600, por lo que el animal murió asfixiado.
La muerte del animal tuvo amplia difusión y la noticia trascendió a nivel nacional. Miembros de asociaciones protectoras le recriminaron el mismo día a la dueña haber dejado al perro en el automóvil. “Es un típico caso de maltrato animal”, dijo Viviana, de la Protectora Rosario. En el caso tuvo que intervenir la policía, con su Brigada Ecológica, que abrió el automóvil y sacó al animal muerto.
El abogado de la familia propietaria del local, en el que trabajaba la dueña de Coco, explicó aquella tarde que se trató de “un accidente”. La chica terminó esa noche en la comisaría 2ª, donde le tomaron los datos. Allí se le formó una causa por la ley que protege a los animales del maltrato humano.
Hoy, a quince días del episodio, el comercio permanece cerrado. El comercio, de carácter familiar, muestra la persiana baja y la vidriera cubierta por bolsas de nylon negro. “La familia se quedó sin ingresos”, dijo un allegado, aunque no explicó si el cierre es temporal o definitivo.
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