Desde el Gobierno de Irán consideran que Estados Unidos podría no otorgar visas a sus jugadores para que participen del próximo Mundial.
El Mundial 2026 aún no comenzó, pero en Irán ya existe preocupación. A menos de un año para el inicio del torneo que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México, la selección asiática teme no poder participar por un motivo ajeno al fútbol: la negativa de visas para ingresar a territorio estadounidense.
La alarma surgió tras lo ocurrido en la Copa del Mundo de Polo 2025, donde los jugadores y dirigentes iraníes no pudieron ingresar al país por decisión de las autoridades norteamericanas. Este antecedente encendió la inquietud del Ministerio de Exteriores iraní, que exigió a Estados Unidos evitar la “politización del deporte” de cara al certamen.
La relación entre ambos países lleva décadas de tensión, y ahora podría afectar directamente la organización del torneo. En agosto, el gobierno estadounidense ya había rechazado el ingreso de varios dirigentes del fútbol iraní, entre ellos el presidente de la federación, Mehdi Taj, y el entrenador Amir Ghalenoei. Ambos quedaron excluidos del sorteo oficial del Mundial, previsto para el 5 de diciembre en Washington D.C.
Irán, sin embargo, ya tiene su lugar asegurado en la competencia. Logró la clasificación tras un sólido desempeño en las Eliminatorias Asiáticas, donde lideró el Grupo E con 14 puntos y luego finalizó primero en la zona A con 23. En su camino dejó atrás a selecciones como Uzbekistán, Emiratos Árabes, Qatar, Kirguistán y Corea del Norte.
Con el pasaje en mano, acompañarán a Corea del Sur, Japón, Australia, Jordania y Uzbekistán en el próximo Mundial. En tanto, otras selecciones asiáticas como Qatar, Omán, Arabia Saudita e Irak aún deben definir su clasificación en los repechajes de octubre.
Aunque la pelota todavía no empezó a rodar, el conflicto diplomático ya juega su propio partido. Irán celebra su clasificación, pero teme que un problema político lo deje fuera del Mundial antes del primer silbatazo.
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