Un policía fue herido de gravedad este viernes en la zona de Fisherton tras una emboscada. Los delincuentes tomaron el arma reglamentaria y usaron dos pistolas para disparar.
Un violento robo se produjo en la mañana del viernes en la intersección de Ambrosetti y Benegas, donde un policía resultó gravemente herido tras recibir dos disparos. El agente acompañaba a un empleado de una empresa en un traslado de dinero para un depósito bancario.
El fiscal general del Ministerio Público de la Acusación, Matías Merlo, brindó detalles sobre el robo millonario ocurrido en Fisherton, en el que resultó gravemente herido André Farías, un policía de 41 años que se desempeñaba en la Sub Comisaría 15º de General Lagos y cumplía tareas adicionales en El Emporio de la Golosina, de Wilde y Mendoza.
El hecho se registró alrededor de las 9 de la mañana, de este viernes, cuando Farías, junto a un empleado de la empresa, se dirigía en un vehículo para realizar un depósito bancario. Al llegar a la intersección de Ambrosetti y Benegas, fueron emboscados por un auto del que descendieron al menos dos delincuentes fuertemente armados.
En pocos segundos, los delincuentes dispararon al menos 11 veces contra el vehículo, impactando dos de estos en el cuerpo del policía.
Farías fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), donde permanece internado en estado crítico. El secretario de Seguridad, Omar Pereyra, informó que el agente sufrió un disparo en la cabeza, y que su estado de salud es grave. “Estamos acompañando a la familia y esperando el parte médico”, expresó Pereyra.
Investigación en marcha
Tras el ataque, los delincuentes huyeron del lugar llevándose una suma considerable de dinero destinada al depósito bancario. A escasas cuatro cuadras del lugar, abandonaron el vehículo utilizado en el robo y se subieron a otros dos autos para continuar su fuga. Merlo detalló que los atacantes probablemente robaron el arma reglamentaria de Farías, ya que no la encontraron en el lugar.
El personal de la Fiscalía, junto con la Policía de Investigaciones (PDI) y la Unidad Regional II, está revisando las cámaras de seguridad de la zona y tomando declaraciones de testigos para identificar a los responsables. “Al momento, no hay detenidos ni demorados”, detalló el fiscal.
El hecho genera una gran preocupación en la comunidad por la creciente violencia en la ciudad, y en especial por la gravedad de la salud del agente herido en un hecho que podría haber tenido consecuencias aún más trágicas. Las autoridades aseguran que continuarán trabajando intensamente para resolver el caso y llevar a los responsables ante la justicia.
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