La Corte Suprema británica falló que mujer y sexo biológico son términos equivalentes en la ley, lo que excluye a mujeres trans.

La Corte Suprema del Reino Unido definió que, según la ley británica, una mujer es quien nació biológicamente de sexo femenino. El fallo excluye a los transgéneros que se autoperciben mujer, incluso con certificado legal de cambio de género. La decisión resolvió una disputa entre el gobierno escocés y el grupo For Women Scotland, apoyado por figuras como J.K. Rowling.
El gobierno escocés defendía el derecho de las personas trans con reconocimiento legal a recibir protección por razón de sexo. La Corte sostuvo que esa protección solo corresponde a quienes nacen mujeres. El vicepresidente del tribunal, Patrick Hodge, afirmó que esta decisión no representa una victoria de un grupo sobre otro. También señaló que las leyes aún garantizan protección contra la discriminación por identidad de género.
El tribunal remarcó que el fallo no busca excluir a personas trans de cargos públicos ni limitar su representación en organismos estatales. Tampoco intenta frenar avances en políticas de inclusión. Aun así, la decisión podría impactar en reclamos de igualdad salarial, derechos de maternidad y otros beneficios legales.
La comunidad trans rechazó la resolución con firmeza. Grupos como TransActual UK expresaron tristeza y preocupación. Su directora, Jane Fae, describió el fallo como un “golpe físico”. Según ella, muchas personas trans y no binarias se sienten hoy excluidas y solas. También temen que esta decisión limite su integración plena en la sociedad británica.
El tribunal insistió en que el concepto de sexo en la ley es binario. Declaró que una persona es hombre o mujer, según su sexo biológico al nacer. Así marcó una diferencia clara entre identidad de género y definición legal de sexo.
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