Hay muchas posibles causas para este malestar, incluyendo la retención de líquidos, el síndrome del intestino irritable y las infecciones.
Luego de un cierre de año con muchas reuniones y festejos, es muy posible que hayamos acabado hinchados. A esta hinchazón se le suelen sumar gases, reflujo, algunos kilos de más y pocas ganas de movernos. Aunque otras veces es sólo retención de líquidos.
Este tema es tan común en esta época del año que muchos especialistas hablan de ello en sus redes sociales. Una de ellas fue la Licenciada en Nutrición, Blanca García Orea. Se trata de una Especialista en Digestivo – microbiota de España que afirma que “esto mejora cuando volvemos a nuestra rutina”.
Entre las recomendaciones para bajar la hinchazón de abdomen que brinda la especialista se encuentran:
- No comer continuamente: para ello se debe espaciar las comidas al menos durante 4 horas. De esta manera se permite que el sistema digestivo pueda hacer su autolimpieza de los restos de la digestión anterior. Esto hará que mejoren los gases y la hinchazón o distensión abdominal.
- Comer 3 veces al día: los días que uno se sienta inflamado es conveniente evitar las colaciones de media mañana y meriendas. Se recomienda tomar una infusión de jengibre, menta, poleo, manzanilla, entre otras.
- Ayuno de 12 horas: el ayuno nocturno de doce horas ayuda a descansar y mejorar la limpieza intestinal. Para eso es conveniente cenar alrededor de las 20 horas y desayunar sobre las 8 o 9 horas. Entre horas tomar infusiones con jengibre.
- Comer con hambre: si se realizó una comida copiosa y en la siguiente comida no hay apetito, es mejor no comer nada.
- Proteína y grasa: incluir grasa y proteína en todas las comidas, siempre acompañado de frutas y verduras. De esta manera se logra mayor saciedad. Además se deben evitar las harinas, azúcares o edulcorantes.
- Movimiento: moverse, hacer ejercicio de fuerza, caminar todos los días a un ritmo rápido y activo. Al terminar la sensación de mayor energía y bienestar mental es innegociable.
- Descanso: al dormir poco es normal sentir más ansiedad por los dulces debido a que se desregula la glucosa.
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