Vicente Bokalic, con una trayectoria cercana a Francisco, aparece como opción firme en el cónclave que determinará al próximo Papa.

Mientras el Vaticano se prepara para el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, un nombre argentino empieza a ganar protagonismo. Se trata de Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero, nacido en Lanús e hijo de inmigrantes eslovenos. Su trayectoria eclesiástica y su compromiso con los más vulnerables captaron la atención de medios italianos y de varios sectores dentro de la Iglesia.
Bokalic inició su formación en el colegio parroquial San José de Pompeo, en Lanús Oeste. Luego, completó estudios de Filosofía en el Colegio Jesuita Máximo de San Miguel y de Teología en el Seminario de Buenos Aires. Ingresó a la Congregación de la Misión en 1970 y fue ordenado sacerdote en 1978. Desde entonces, ocupó distintos roles pastorales, como la dirección de la pastoral vocacional y juvenil, y la labor como vicario parroquial.
Entre 1987 y 1990 dirigió el Seminario de su Congregación, y luego trabajó como párroco y misionero en diversas provincias. En 2010, recibió la consagración episcopal como obispo auxiliar de Buenos Aires. Tres años después, el papa Francisco lo designó obispo de Santiago del Estero, y en 2024 lo nombró primer arzobispo cuando la diócesis fue elevada a archidiócesis.
La cercanía de Bokalic con Jorge Bergoglio se remonta a su etapa en Buenos Aires, donde compartieron tareas pastorales. De esa experiencia resalta su impulso por una Iglesia misionera, descentralizada y orientada a la inclusión de los laicos.
A días del cónclave, su perfil pastoral y su compromiso social lo posicionan como un candidato relevante para suceder al papa Francisco en la conducción de la Iglesia católica.
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