Felicitas Alvite, apodada “La Toretto”, esperará el juicio presa en su casa. En abril de 2024 le causó la muerte a un joven cuando corría una picada.
Este viernes, la Justicia bonaerense resolvió concederle el beneficio de la prisión domiciliaria a Felicitas Alvite, la joven de 21 años apodada “La Toretto”, imputada por el homicidio del motociclista Walter Armand en un hecho ocurrido en La Plata a comienzos de 2024. A partir de ahora, aguardará el desarrollo del juicio en su domicilio ubicado en la zona norte de la capital provincial.
La decisión fue adoptada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de La Plata, que desestimó un recurso presentado por la madre de la víctima fatal. El tribunal actuó en línea con lo dispuesto por la Sala III de la Cámara Penal, la cual había intervenido por indicación del Tribunal de Casación Penal de la provincia.
Con este fallo, el tribunal platense convalidó una cadena de resoluciones judiciales previas que habilitan a la acusada a continuar el proceso judicial fuera de la cárcel, dejando así la Unidad Penal 51 de Magdalena, donde se encontraba detenida.
El caso tuvo amplia repercusión pública no solo por la gravedad del hecho sino también por el comportamiento de la acusada en redes sociales. Allí, la mujer se autodenominaba “La Toretto” en referencia al personaje de la saga cinematográfica “Rápido y Furioso”. Esa conducta fue interpretada como una muestra de imprudencia y desprecio por las normas de tránsito.
El hecho ocurrió mientras corría una picada
El trágico hecho ocurrió el 12 de abril de 2024, cuando Alvite cruzó un semáforo en rojo mientras participaba de una carrera ilegal. Con su auto impactó contra la motocicleta que conducía Walter Armand. La víctima murió a raíz de las severas lesiones que sufrió en la cabeza.
La familia del joven fallecido manifestó su indignación ante la decisión judicial y sigue reclamando justicia. En tanto, la defensa de Alvite sostiene que la medida otorgada se basa en disposiciones legales firmes dictadas por instancias superiores, y que su cumplimiento no implica una exoneración de responsabilidad sino un cambio en las condiciones de detención.
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