El Gobierno busca deshacerse de activos públicos para “cerrar fuentes de corrupción”. Aerolíneas Argentinas y AySA están entre las primeras en la lista de empresas que Milei busca privatizar.
El presidente Javier Milei dio la orden de avanzar rápidamente en la privatización de 59 empresas estatales. Según fuentes cercanas al Gobierno, el proceso ya está en marcha y está siendo dirigido por la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, encabezada por Diego Martín Chaher, quien coordina a un equipo de 30 profesionales.
El plan de Milei tiene como objetivo reducir la injerencia estatal en sectores clave de la economía, buscando una mayor eficiencia y “cerrar una fuente de ingresos de los políticos corruptos”. Pese a que algunas de estas empresas generan ganancias, el gobierno advierte que bajo control estatal podrían traer déficit debido a la intervención política.
¿Qué pasa luego?
El proceso contempla varias alternativas para las empresas: desde la privatización mediante Oferta Pública Inicial (IPO), concesiones y asociaciones con socios estratégicos, hasta la transferencia a las provincias o el cierre. La idea es llevarlo a cabo en tres fases: definición, preparación y ejecución, con un plazo estimado de 6 a 8 meses.
Entre las empresas en la mira se encuentran Aerolíneas Argentinas, Intercargo, ARSAT, AySA, ENARSA, Fabricaciones Militares, Banco Nación y Banco Hipotecario. La privatización de Aerolíneas Argentinas, uno de los casos más sensibles, trae especial cautela, planteando posibles transferencias parciales al sector privado. Incluso la provincia de Córdoba estaría interesada en recibir parte de la flota para crear una aerolínea provincial.
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