Por Julia y Nachi
Fue allá por agosto el 2021, mientras recorríamos la ruta 66 de Estados Unidos en nuestra casita con ruedas, cuando uno de los dos tiró la idea por primera vez. En ese momento sonó demasiado extraño, diez minutos más tarde sonó increíble y un año más tarde fue realidad.
Somos Juli y Nachi, y el 25 de mayo de 2016 salimos de viaje sin fecha de regreso, con muchísima incertidumbre, algo de ahorros y muchas ganas de conocer el mundo.
Terminé mi carrera universitaria en Rosario, Nachi puso en stand by su vida de hostelero en el negocio en el que tantas veces recibió a viajeros de todas partes del mundo, y decidió que ahora le tocaba a él. Nos tocaba a nosotros.
Salimos con la idea de viajar por un año, pero con el tiempo se hicieron dos, tres, cuatro, y ya van siete viajando a tiempo completo. Sin planearlo demasiado, para 2021 habíamos vivido ya en un pedacito de Europa, de Africa, de Oceania, de Asia y de América, pero había un destino que nos llamaba desde hacía tiempo, y todo se estaba alineando sin que nosotros nos lo hayamos propuesto.
En 2017, una viajera que conocimos haciendo Couchsurfing en Malasia nos dijo: “tienen que conocer Irán”, “les va a encantar”. Para aquel momento nunca se me había cruzado ese país por la cabeza, y para ser honesta no sabia nada sobre aquella parte del mundo.
Por alguna razón la idea quedó resonando en nuestras cabezas por varios años, y durante aquel agosto de 2021, mientras recorríamos la ruta 66 de Estados Unidos en nuestra casita con ruedas (más de cuatro año después de la charla con aquella viajera), Nachi lo soltó:
“¿Y si nos vamos desde España a Qatar por tierra en motorhome?, podríamos conocer por fin Irán, ojalá Irak, y algunos países de Medio Oriente, y de postre: alentar a Argentina en Qatar, es que engancha justo”, dijo. Yo no tarde en reírme un poco, porque sabía muy bien que el postre en realidad era el objetivo principal, pero la idea me fascinó.
Planear un viaje como ese, con tantas fronteras, con tan pocas experiencias previas ajenas que nos puedan guiar, con tan poca información en internet, con tantas personas diciéndonos que estábamos locos y con un tiempo estipulado que ajustaba un poco, no era tarea fácil, pero por supuesto: eso era lo que mas nos seducía.
Los meses siguientes fueron de muchas llamadas a embajadas, de frustración, de rendirnos y de volver al ruedo: indagar requisitos, pensar opciones, y trazar de a poquito ese proyecto de viaje: el más desafiante, difícil y quizás peligroso de nuestras vidas.
Salimos en agosto de 2022 desde España y entramos en octubre a Irán. Llevamos 6 meses recorriendo Medio Oriente: Iran, Emiratos Árabes Unidos, Argentina campeón en Qatar, Omán, Arabia Saudita, Jordania e Irak.
Cada país tiene lo suyo: vimos desiertos, mercados, ríos espectaculares, edificios lujosos, shoppings gigantes, camellos cortandonos el paso, mezquitas increíbles, playas paradisíacas, algunas injusticias y también cosas sobre las que no estamos de acuerdo, pero hay algo que nos sorprendió más que todos los paisajes de los últimos seis meses: LA GENTE.
Brazos saliendo por las ventanas para saludar, bocinazos en plena ruta. Bienvenidos, ¿cómo la están pasando? ¿Necesitan algo?, ¿qué piensan sobre mi país?.
No se que en que momento se volvió normal que un desconocido nos traiga una bolsa con comida y bebida, despertarnos en alguna playa con una caja de dulces en el parabrisas, dejar el motorhome abierto sin miedo a que nos falte algo, que nos frenen en la ruta para invitarnos un te, que nos inviten a probar su comida en algún restaurante del pueblo o que nos regalen su vestimenta típica, pero si se que en ningún lugar del mundo sentimos tanta hospitalidad como sentimos en Medio Oriente.
Mientras escribo esto desde un hostel en Jordania y Nachi viaja por Irak en nuestra casita con ruedas, me doy cuenta de lo poderosos que son los prejuicios y de lo bien que se siente cuando la realidad los destruye. Porque sí, EL VIAJE MAS DESAFIANTE Y PELIGROSO terminó siendo, en muchos aspectos, EL VIAJE MÁS SEGURO Y HERMOSO DE NUESTRAS VIDAS.