Tras la condena a Cristina, militantes y gremios convergen en marchas para manifestar apoyo y denunciar persecución política.
La condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos que la Corte Suprema ratificó contra Cristina Fernández de Kirchner desató una ola de marchas en distintos puntos del país. En Buenos Aires, decenas de militantes se congregaron frente al domicilio de la expresidenta. Algunos decidieron pasar la noche allí como muestra de apoyo, mientras seguían llegando simpatizantes del peronismo.
En Rosario, organizaciones gremiales, sociales y políticas marcharon hacia la Plaza 25 de Mayo. Participaron dirigentes como Agustín Rossi, Germán Martínez y referentes sindicales de la UOM, Luz y Fuerza y La Bancaria. Desde el PJ local, denunciaron un intento de proscribir a la principal figura opositora y declararon el estado de alerta.
Por otro lado, en Córdoba, la CGT regional encabezó una concentración con apoyo de agrupaciones locales. También se registraron protestas en Tucumán, Mar del Plata y Bariloche. La CGT nacional, en tanto, difundió un comunicado donde expresó su “solidaridad incondicional” con la exmandataria y alertó sobre riesgos para la democracia. A su vez, advirtió que la persecución judicial busca imponer un modelo económico excluyente.
Mientras tanto, gremios como el Smata, la Bancaria, Sitraju y Luz y Fuerza suspendieron reuniones internas y se trasladaron a la sede del PJ para coordinar con el entorno de Fernández. Desde allí organizaron cortes en los accesos del AMBA y nuevas medidas.
Por último, se prevé que este miércoles se realice una marcha frente al Congreso con participación de jubilados, docentes y movimientos sociales. Las autoridades ya anunciaron un fuerte operativo de seguridad y cortes en varias calles del centro porteño.
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