Higinio Chimenti es maestro de grado hace casi 30 años en la ciudad de Rosario, y recuerda mucho a cada alumno que pasó por algunas de sus clases. Lamentó que muchos de ellos hayan fallecido en algún negocio de la droga.
En el marco de los tantos hechos de inseguridad que se registran a diario en la ciudad y asesinatos por temas relacionados al narcotráfico, el Maestro recordó con dolor que muchos de los chicos que hoy no están “alguna vez agarraron de mi mano un alfajor”.
Chimenti enseña en las escuelas de Cabín 9 y Santa Lucía pero vive en la localidad de Pérez.
En una entrevista con un medio nacional, el maestro de una zona marginal, destacó que la degradación del tejido social comenzó en 2001 con la crisis económica y los abandonos de padres que no podían sostener a sus familias. Según el maestro, en estos barrios aparecen “visionarios” que ven en la marginalidad un caldo de cultivo para la mano de obra barata. Explicó que el negocio del narcotráfico no es vender drogas a los pobres, sino encontrar un perfil que se encuentra en la marginalidad. “La mano de obra barata, la no pensante, se encuentra en la marginalidad, en los pliegues donde la sociedad no mira”, afirmó el maestro.
El entrevistado recordó a cada uno de sus alumnos que fallecieron a causa del narcotráfico, como Ángel Pelozzo, de 14 años, que se suicidó porque no podía manejar su consumo de drogas. También mencionó a Miguelito Cabañas, de 15 años, quien fue degollado por otro adolescente mientras disputaban territorio en la plaza frente a la escuela.
El maestro se presenta como un héroe sin capa, que acompaña a las familias de sus alumnos a cada entierro y deja bolitas junto al cajón para que sigan jugando en el cielo. A pesar de las dificultades y la adversidad que enfrenta, el maestro dijo que sigue enseñando por el desafío que implica que los chicos aprendan. Afirmó que la escuela no solo ofrece un plato de comida, sino que también está llena de contenidos, preguntas, dibujos y láminas para aprender, debatir y discutir.
En resumen, Chimenti destacó que la situación de la zona marginal es difícil y que el narcotráfico ha cobrado la vida de muchos de sus alumnos. A pesar de todo, él sigue adelante con su labor de enseñar y acompañar a sus estudiantes.
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