Mauricio Macri volvió a diferenciarse del Gobierno al rechazar la designación de Ariel Lijo por decreto y anticipó que el PRO votará en contra en el Senado.

Mauricio Macri criticó la designación por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en la Corte Suprema, marcando otro punto de tensión con el gobierno de Javier Milei. Durante una reunión en la sede del PRO, el expresidente reafirmó su postura contra este tipo de nombramientos, argumentando que la independencia judicial y la confianza en las instituciones son clave para la estabilidad del país.
El encuentro, al que asistieron gobernadores, legisladores y referentes del partido, abordó no solo la cuestión de la Corte, sino también la estrategia electoral y la compleja relación con el oficialismo. Macri hizo público su desacuerdo a través de un comunicado en redes sociales, donde compartió una columna de Martín Casares, exfuncionario de Cambiemos, que aconsejaba evitar el nombramiento de jueces por decreto para no afectar la credibilidad del Poder Judicial.
En el PRO ya se anticipa que la mayoría de sus senadores votará en contra de los pliegos impulsados por el Ejecutivo cuando lleguen al Senado. La reunión también sirvió para discutir la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, donde se espera que Milei defina su agenda legislativa.
El vínculo entre el PRO y La Libertad Avanza se deteriora cada vez más, aunque Macri intenta mantener un canal abierto con Milei. Sin embargo, su malestar con Santiago Caputo, principal estratega del presidente, se ha profundizado, al punto de considerarlo el mayor obstáculo para cualquier tipo de acuerdo electoral con el oficialismo. A pesar de esto, en el PRO no descartan una alianza basada en la conveniencia política, aunque reconocen que el quiebre con el gobierno parece irreversible.
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