El cantante mexicano podría quedar en aprietos por la denuncia de un ex empleado que afirma haberle administrado una de sus mansiones.
Luis Miguel regresará a su país natal dentro de poco, y si bien tiene obligaciones laborales como los 19 conciertos en vivo de su gira, todos agotados, en lo personal también tiene que atender cuestiones relevantes. Al artista se le acumularon varios pleitos que podrían complicar su situación económica.
Aracely Arámbula, su ex pareja, lo denunció por la falta de pago de la pensión alimenticia de los dos hijos que tienen en común y como si fuera poco, un ex empleado del cantante también fue a la Justicia por supuesto despido injustificado. Se trata de Javier Guatemala Francisco, que declaró que “son 10 años que llevamos en esta lucha y en este litigio, y la verdad sí ha sido muy desgastante en lo personal y en todas las formas”.
El ex empleado solicita más de 11 millones de pesos mexicanos (640.000 dólares) como compensación. El hombre trabajó como administrador en una de las casas que Luis Miguel tiene en la ciudad de Acapulco, además de dirigir a los empleados de otra propiedad en Playa Bonfil.
Según denunció Francisco, nunca hubo un contrato formal ya que era todo de común acuerdo por la confianza que había entre las partes. Respecto a la mansión que administraba, Luis Miguel la vendió en 2013 por 8.8 millones de dólares, según publicó la revista “Quien”.
“Él decide irse de Acapulco, vender su propiedad y los colaboradores empezaron a demandarnos, a él y a mí por ser el administrador”, señaló el ex empleado, que le reclama esta importante suma al artista mexicano. El último intento de acuerdo entre las partes fue hace una década. En ese entonces, el denunciante desafió al cantante y hasta propuso retirar los cargos:
“Si puede, que me marque directo y que me compruebe directamente, de viva voz él, que yo era jardinero o lavador de autos. Si me comprueba él directamente eso yo soy capaz de desistir de la demanda y lo dejo libre”, comentó en esa oportunidad.
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