Se trata de una vacuna para combatir el Chagas, enfermedad que afecta a 1,6 millones de argentinos.
Entre 6 y 8 millones de personas están infectadas en todo el mundo por el Chagas, aunque la cifra total es incierta debido a que muchas desconocen que padecen la enfermedad. Por otra parte, unos 70 millones de personas viven en áreas donde la vinchuca prospera y están expuestas al Chagas, una enfermedad endémica en 21 países, en su mayoría de América Latina. Cada año, aproximadamente 12.000 personas mueren a causa de esta enfermedad, y alrededor de 9.000 recién nacidos se infectan durante la gestación debido a que sus madres son asintomáticas.
El último viernes de agosto se conmemora el Día Nacional por una Argentina sin Chagas, con el objetivo de fomentar la participación, el compromiso y el trabajo conjunto de la comunidad científica, sanitaria, escolar y de la sociedad en general. La buena noticia es que la Universidad de Buenos Aires (UBA) se encuentra en la etapa final del desarrollo de una vacuna de última generación llamada Cruzivax, que se administra por vía nasal sin necesidad de agujas. Esta vacuna está lista para comenzar la fase de prueba en humanos.
Qué es el Chagas
El Chagas es una enfermedad transmitida por la vinchuca, un tipo de chinche. La transmisión ocurre cuando este insecto defeca en la piel de una persona y, al rascarse, permite la entrada del parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad. La única forma de contagio de persona a persona es a través de transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos o de una madre a su feto. Otra vía de contagio puede ser el consumo de alimentos y bebidas contaminadas con las heces de la vinchuca.
Si bien el Chagas es casi completamente curable si se trata en las etapas iniciales con medicamentos, el principal problema radica en que muchas personas desconocen que están infectadas durante la etapa en la que deberían recibir tratamiento, ya que no presentan síntomas durante los primeros 2 o 3 meses. Además, los medicamentos utilizados en el tratamiento pueden tener efectos secundarios significativos en la salud de los pacientes.
Es por esto que el trabajo de la UBA en el desarrollo de una vacuna de última generación es tan importante. Esta vacuna, además de ser de bajo costo, se administra de manera sencilla sin necesidad de agujas, mediante un spray nasal similar al utilizado para tratar la congestión nasal o problemas de rinitis.
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