La sequía ha afectado a más de la mitad del territorio nacional. La agricultura y la agroindustria son los sectores más afectados, ya que la sequía ha provocado una reducción significativa en la producción de bienes como granos, carne, leche y frutas.
El sector agropecuario representa el 25% del PBI de Argentina, pero cuando se habla de los pueblos y ciudades del interior, estamos hablando del 90% de la actividad económica. Por lo tanto, la sequía ha afectado a la actividad comercial de las localidades y ciudades del interior donde viven los productores.
En medio de un nuevo rebrote inflacionario, el equipo del Ministerio de Economía liderado por Sergio Massa comenzará a trabajar con el staff del FMI en una nueva modificación del acuerdo vigente con el Fondo, para fortalecerlo y adaptarlo a la nueva coyuntura del país. El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las proyecciones de crecimiento debido al impacto, se estima que la economía crecerá 0,2% este año. Esto demuestra que la sequía ha tenido un impacto significativo y ha afectado el crecimiento económico del país. En este contexto, se espera que se realicen cambios en los parámetros del acuerdo con el Fondo, en un nuevo intento por lograr que recupere el rol para el que fue ideado originalmente: servir de ancla para evitar un derrape mayor de la economía .
El impacto directo en la actividad económica del país, ya que ha afectado la producción de bienes. También tiene un efecto indirecto en la economía, ya que una merma en la producción o rentabilidad del sector agropecuario conlleva a una menor demanda de logística y servicios asociados, como así también limita la capacidad de inversión de los productores limitando la compra de insumos, vehículos o maquinarias agrícolas.
Según la Bolsa porteña, solamente el aporte de los cinco principales complejos granarios podría caer respecto a la campaña anterior entre el 21% y 30%, pudiendo representar una baja de USD 15.743 millones en el peor de los casos analizados por la entidad, equivalentes al 1,8% del PBI estimado. Según Infobae, el efecto podría llegar a alcanzar entre dos y tres puntos del PBI, y que la economía “entre en recesión”.
La falta de ingreso de dólares frescos se hará sentir en la economía argentina debido a la caída sustancial de la cantidad de dólares que ingresan al país como resultado de la sequía. La caída en la generación de divisas de un sector que suele financiar el déficit comercial del resto de la economía seguirá limitando la posibilidad de relajar las restricciones sobre las importaciones. La escasez de dólares, que se suma a la abundancia de pesos, hace que sea cada vez más difícil sostener el tipo de cambio oficial en estos niveles. Además, la sequía ejerce presión sobre los precios de alimentos frescos (verduras, frutas), lo que afecta la inflación. La restricción sobre las importaciones seguirá generando presiones sobre los precios en algunos mercados, mientras que la escasez de divisas dificultará al Gobierno el compromiso de garantizar un mayor acceso al Mercado Único y Libre de Cambios a las empresas dentro de Precios Justos.
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