Este domingo se juega el clásico de la ciudad por primera vez desde el asesinato de la hincha de Central en septiembre pasado.
El domingo se juega una nueva edición del clásico rosarino, el espectáculo deportivo más importante de la ciudad. Sin embargo, el recuerdo del asesinato de Ivana Garcilazo todavía sobrevuela a una Rosario marcada por la violencia. La joven recibió un piedrazo mientras volvía después del partido con su novio a bordo de su moto.
Según las investigaciones, fueron tres hinchas de Newell’s que atacaron a la pareja en Ovidio Lagos y Montevideo. Ivana fue golpeada con un pedazo de baldosa y murió a causa del impacto.
Dos de los sospechosos fueron aprehendidos pero uno aún se encuentra prófugo. Ariel Cabrera y Juan José Masson fueron imputados por homicidio agravado y están presos. No obstante, Damián Reinfenstuel está prófugo y con pedido de captura internacional. Algunos sostienen que se refugió en Bolivia, pero las búsquedas en ese país no dieron resultados.
En la previa de un nuevo clásico, el primero sin Ivana, la familia pidió un mensaje simbólico de paz con la imagen de la joven como bandera.
“Nos encantaría que este domingo los equipos salgan a la cancha con la foto de la cara de Ivana. Sobre todo Newell’s, que le muestre a sus hinchas y no se olviden que no está más por un partido de fútbol”, manifestó Silvina, la hermana de Ivana.
“Que este domingo sea en paz, que no haya más una Ivana ni familias destruidas por un partido de fútbol”, agregó.