Japón advirtió que los aranceles de Estados Unidos afectan su economía y analiza medidas para mitigar el impacto en sus exportaciones y en el sector automotor.

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, advirtió que los nuevos aranceles de Estados Unidos representan una crisis nacional y requieren una respuesta contundente. En un comité parlamentario, destacó el impacto negativo en la economía japonesa, que depende de sus exportaciones, y en particular en el comercio con su principal socio.
El gobierno estadounidense impuso un arancel general del 24 % y elevó al 27,5 % el gravamen para el sector automotor. Ishiba expresó su decepción por la decisión de Donald Trump, quien rechazó las solicitudes de Tokio para quedar exento de la medida. Señaló que Japón debe evaluar si responde con represalias o si lleva el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El anuncio sacudió los mercados, provocando una caída del 3 % en la bolsa de Tokio, que el viernes llegó a desplomarse más del 4 %. La incertidumbre impulsó el valor del yen, que se fortaleció frente al dólar y superó los 145 yenes por unidad.
Según estudios económicos, el nuevo arancel al sector automotriz, que representa casi el 30 % de las exportaciones japonesas a Estados Unidos, podría reducir el PIB de Japón entre un 0,2 % y un 0,9 %.
El gobierno nipón advirtió a Washington que la medida podría afectar las inversiones japonesas en suelo estadounidense. Japón es el mayor inversor extranjero en EE.UU. y sus empresas generan miles de empleos en la industria manufacturera. La tensión comercial amenaza con alterar una relación clave para ambos países y profundizar la preocupación por una posible desaceleración económica global.
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