El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó el lugar en que fueron enterradas las víctimas de la masacre de San Antonio de Obligado, en 1887.
El hallazgo se produjo en el marco de los sondeos que realizaban desde marzo en la localidad. Se llevaban a cabo por pedido de la Fiscalía Federal de Reconquista. Se trata del primer hallazgo de una fosa común vinculada a una masacre perpetuada por el Estado argentino.
“En Argentina tenemos ubicada una fosa común más antigua en Mendoza. Forma parte del genocidio indígena cometido por los españoles. El EAAF está en plena búsqueda de las fosas comunes de la masacre de Napalpí”, explicó Fernando Pepe, coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.
La aparición de un cráneo humano fue el primer indicio, aunque los investigadores no pudieron seguir adelante con las excavaciones. El motivo fue el pedido de detener los trabajos cuando se encontraran restos óseos. Deberán esperar que la justicia solicite la exhumación y el peritaje de los cuerpos.
Sobre la masacre
La Masacre de San Antonio de Obligado tuvo lugar el 11 de marzo de 1887 en la localidad de General Obligado, en Santa Fe. Ese día, indígenas pertenecientes a la etnia qom fueron fusilados por fuerzas militares.
La masacre ocurrió como resultado de un conflicto entre los pueblos indígenas y los colonos blancos que se habían establecido en la zona. Los indígenas qom habían sido desplazados de sus tierras ancestrales y confinados en reducciones, donde sufrían condiciones de vida precarias.
En ese contexto, un grupo de indígenas se sublevó y comenzó a atacar a los colonos. Sin embargo, los fusilados no estaban involucrados en la sublevación y se encontraban detenidos en el momento de la masacre.
La Masacre de San Antonio de Obligado fue un acto de violencia y represión hacia los pueblos indígenas. Es recordada como uno de los episodios más trágicos de la historia argentina. En los últimos años, ha habido avances en la investigación y el juicio de esta masacre como un delito de lesa humanidad, en busca de justicia y reconocimiento para las víctimas y sus descendientes.
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