La prevención y la detección temprana han sido clave para evitar millones de muertes por cáncer, según un estudio reciente en JAMA Oncology.
Un estudio reciente, publicado en JAMA Oncology, destaca la importancia de la prevención y detección temprana del cáncer en la reducción de muertes por esta enfermedad. Según los investigadores, en los últimos 45 años, estas estrategias han salvado más vidas en diversos tipos de cáncer. Estos incluyen cuello uterino, colon, pulmón, próstata y mama, superando los avances en tratamientos para etapas avanzadas. Estos cánceres representan casi la mitad de los nuevos diagnósticos y muertes por cáncer.
Prevención y detección: la clave para reducir muertes por cáncer
Los resultados indican que, entre 1975 y 2020, el 80 % de las muertes evitadas se logró gracias a la prevención y la detección temprana. Por ejemplo, dejar de fumar evitó el 98 % de las 3,5 millones de muertes por cáncer de pulmón.
La detección y extracción de lesiones precancerosas evitaron 160.000 muertes por cáncer cervical y el 79 % de las muertes por cáncer de colon. En el cáncer de próstata, el 56 % de las 360.000 muertes evitadas se debió a exámenes de detección. Asimismo, en el cáncer de mama, el 75 % de las muertes evitadas fueron gracias a avances en tratamiento.
¿Qué estrategias de prevención y detección existen?
Katrina Goddard, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), enfatizó la necesidad de estrategias equilibradas entre prevención, detección y tratamiento para seguir reduciendo la mortalidad. Además, resaltó el impacto de prácticas emergentes, como la vacunación contra el VPH y las radiografías de tórax, aunque su uso todavía no es generalizado.
Philip Castle, también del NCI, subrayó la importancia de expandir el acceso a la prevención y detección, especialmente en poblaciones desatendidas. Adicionalmente, destacó la necesidad de desarrollar nuevas estrategias para cánceres letales como los de páncreas y ovario.
Este estudio enseña que la lucha contra el cáncer requiere un enfoque integral que combine prevención, detección y tratamiento. En este contexto, el avance tecnológico y las mejoras en los tratamientos ayudan a aumentar la esperanza de vida de los potenciales pacientes oncológicos.
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