Con el dólar rondando los $1.200, el oficialismo celebró un debut sin tensión y proyecta aumentar reservas con dólares genuinos.

El Gobierno evaluó positivamente el debut del nuevo esquema de dólar flotante, que cerró en torno a los $1.200 sin intervención del Banco Central. El equipo económico destacó el orden en el mercado cambiario y centró su análisis en la evolución de mediano plazo. Durante el fin de semana, funcionarios convocaron a representantes del sistema financiero para ajustar los sistemas operativos a la nueva modalidad sin restricciones.
Así, la implementación de esta fase con el dólar forma parte de la estrategia oficial para cumplir con las metas de acumulación de reservas acordadas con el Fondo Monetario Internacional. El Gobierno espera que el tipo de cambio tienda hacia el piso de la banda, lo que facilitaría compras del BCRA.
Sin embargo, las reservas netas siguen en terreno negativo, según estimaciones privadas. Hasta la próxima revisión del FMI, el Central deberá sumar USD 4.500 millones, aunque los desembolsos del organismo no se computan en ese cálculo.
El martes, el BCRA recibirá USD 12.000 millones del FMI, lo que elevará las reservas brutas a cerca de USD 36.000 millones. También se prevé el ingreso de otros USD 1.500 millones de organismos multilaterales y la ampliación del acuerdo Repo con bancos por USD 2.000 millones.
El nuevo precio del dólar implica una mejora del 6,2% para los exportadores y un encarecimiento del 11% para las importaciones. Según el FMI, el tipo de cambio real aún muestra un atraso de entre el 15% y el 25%. El índice multilateral del BCRA reflejó un avance hasta 88,23 puntos, el valor más alto desde julio de 2024.
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