Según las investigaciones, la mujer encargada de la red de explotación sexual retenía hasta un 50% de las ganancias generadas por los servicios sexuales o, en su defecto, les exigía a las víctimas un pago excesivo por pernoctar en la vivienda.
La Policía Nacional de Palma desarticuló un prostíbulo clandestino en un piso ubicado en el barrio Pere Garau de la ciudad, donde 10 mujeres se encontraban ejerciendo la prostitución y viviendo en condiciones de hacinamiento. Durante el operativo, se detuvo a una ciudadana argentina de 43 años que presuntamente ejercía el rol de “madama” en el lugar.
La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional comenzó a investigar el mes pasado, realizando controles en viviendas y locales donde se sospechaba que se ejercía la prostitución. Como resultado de dichas investigaciones, se constató que muchas de las mujeres que ejercen la prostitución son residentes ilegales y se encuentran en situación de vulnerabilidad personal y económica.
En el caso de las mujeres rescatadas en el piso de Pere Garau, muchas de ellas son madres con hijos de corta edad que dejaron en sus países de origen para venir a trabajar en España sin la debida documentación. Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en condiciones precarias y hacinadas, mientras que la “madama” se quedaba con la mayor parte de las ganancias.
Tras dos inspecciones preventivas en el lugar, se encontraron a las mujeres ejerciendo la prostitución en condiciones de hacinamiento, compartiendo camas literas y siendo obligadas a pagar una cantidad abusiva por pernoctar en el lugar. La detenida se encuentra a disposición judicial.
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