Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba identificaron propiedades insecticidas en aceites esenciales de plantas aromáticas.
Un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) hizo un relevamiento de especies de la flora aromática argentina con el fin de caracterizar sus propiedades, y descubrieron que más de sesenta aceites esenciales de plantas nativas poseen efectos insecticidas, siendo clave en el control de plagas.
El equipo de investigación, liderado por Julio Zygadlo, docente de la UNC e investigador superior del Conicet, sostiene que en muchos casos, los aceites esenciales demostraron ser igual o más efectivos que los insecticidas artificiales. Si bien es necesario evaluar si estos aceites esenciales son tóxicos para las personas o las mascotas, ya se observó que son biodegradables y las dosis utilizadas no causarían daños al agua ni al suelo.
Hasta el momento, los resultados en laboratorio han demostrado que el aceite esencial de eucalipto puede funcionar como insecticida doméstico; el aceite de “guayabo” (árbol autóctono de las Yungas de Salta y Tucumán) es efectivo como repelente de piojos; los aceites de “suico” y “anisillo” son útiles para el control de larvas y mosquitos; el aceite de “falso pimentero” resulta efectivo contra la mosca doméstica; y el aceite de peperina es un insecticida utilizado principalmente en la agricultura para controlar el gorgojo del grano de maíz.
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