Montevideo, capital de Uruguay y hogar de más de la mitad de la población del país, enfrenta una sequía sin precedentes en los últimos 70 años.
La situación podría empeorar si las lluvias no llegan a los embalses de agua potable, lo que llevaría a un agotamiento de las reservas en 18 días.
El país ha estado en alerta por una sequía desde hace tres años, afectando a más de la mitad de la población de Uruguay. La empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) advierte que si no se soluciona la situación, el 23 de junio se podría agotar el suministro de agua potable.
El gobierno uruguayo tomó la decisión de mezclar agua del estuario del Río de la Plata con las reservas potables para tratar de mitigar la sequía. Sin embargo, esta medida ha generado polémica y protestas debido a los posibles efectos en la salud, ya que se ha encontrado una mayor cantidad de cloruro y sodio en el agua.
El último viernes, la estatal OSE informó que se encontraron 734 miligramos de cloruro por litro de agua y 448 miligramos de sodio en la misma medida, superando los valores recomendados por el Ministerio de Salud local. Como resultado, se generaron protestas por el nivel de salinidad en el agua, impulsadas por el colectivo Coordinación por el Agua en la Torre Ejecutiva y el Parlamento uruguayo.
La situación es tan crítica que la OSE comenzó a perforar el suelo en el Parque Batlle, una zona cercana al Estadio Centenario, buscando agua potable. Hasta ahora, el resultado ha sido nulo en cuanto al caudal de agua.
En respuesta a la crisis, se ha solicitado la eliminación de impuestos para el agua y la soda que se venden embotelladas, una medida para aliviar los costos para la población. Según Scanntech, un 30% de los ingresos de los habitantes que sufren la sequía se destinan a la compra de agua.
La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, ha expresado en una columna escrita para el Semanario ABC la complejidad del problema: “Nunca me imaginé que tuviéramos temor a tomar agua de la canilla”.
La situación actual ha generado preguntas sobre cómo Uruguay, un país con una de las mayores reservas de agua dulce, se encuentra en esta crisis. Algunos argumentan que el Proyecto Casupá, propuesto en 2015 por el expresidente Tabaré Vázquez, podría haber aumentado la reserva de agua dulce, pero fue desestimado por el Gobierno actual.
Actualmente, el Gobierno está licitando la construcción de la planta potabilizadora Neptuno en el sur del país, que abastecería a la zona metropolitana a partir de las aguas del Río de la Plata. Sin embargo, esta planta ha enfrentado la oposición del sindicato de trabajadores de la estatal OSE y de organizaciones ambientales y políticos del Frente Amplio, quienes consideran que la planta vulneraría el artículo 47 de la Constitución y no solucionaría los problemas de abastecimiento por el grado de salinidad del agua rioplatense.
El presidente del sindicato, Federico Kreimerman, también ha criticado la reducción del personal de OSE y el Gobierno del Frente Amplio por no haber construido la represa Casupá.
En medio de la incertidumbre, los montevideanos abren el grifo y apuntan la mirada al cielo, esperando que la lluvia llegue pronto. Según los pronósticos, esto podría ocurrir en junio, lo que dejó a los habitantes con poca paciencia y desesperanza.
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