Durante el mes de septiembre, es aconsejable sobre todo para los alérgicos, extremar los cuidados para aliviar los síntomas característicos de esta época del año.
Septiembre marca el inicio de la primavera, momento en el cual los árboles renacen y las flores florecen, llenando las calles de color. Los días más calurosos invitan a disfrutar del aire libre, pero también traen consigo las alergias.
Durante esta temporada, el viento se convierte en el verdadero enemigo de aquellos que padecen trastornos nasales, oculares y bronquiales, ya que transporta los pólenes de los árboles.
Entre los síntomas se encuentran la secreción nasal clara y acuosa, congestión nasal, estornudos, picazón en la nariz, los ojos y los oídos, lagrimeo, tos y dificultad para respirar. Estas molestias pueden afectar la calidad de vida de una persona si no se controlan adecuadamente.
Recomendaciones a tener en cuenta
Los expertos lanzaron una serie de recomendaciones para aliviar los síntomas típicos de las alergias que cobran vida durante este periodo:
- Usar anteojos
- Usar mascarillas o tapabocas
- Evitar las actividades al aire libre los días en que la intensidad del viento sea mayor que los días normales
- Al regresar de la calle, se sugiere bañarse, lavar el cabello y cambiarse la ropa
- Evitar secar la ropa al aire libre
- Ventilar los ambientes
Además, la piel es uno de los órganos que es de vital importancia cuidar durante el mes de la primavera, la cual tiene sus propias necesidades. Al funcionar como una barrera activa entre nuestro cuerpo y el medioambiente, nos preserva de la acción de los elementos nocivos.
Si bien es cierto que la piel necesita cuidados constantes, en primavera es fundamental intensificarlos con el fin de prepararla adecuadamente para el verano.
A continuación, algunas recomendaciones indispensables para el cuidado de la piel:
Protección solar: Los especialistas recomiendan utilizar productos con un factor de protección solar de 30 o 50 durante todo el año, incluso en días nublados. El cambio climático, la contaminación ambiental y la radiación ultravioleta pueden dañar la piel constantemente.
Hidratación: Para mantener una piel sana, es esencial mantenerse hidratado. Se recomiendo al menos 2 litros de agua al día, evitando sustituirlo por otras bebidas.
Dieta balanceada: Consumir frutas y verduras, que son fuentes de vitaminas esenciales para este órgano, es fundamental. Además, optar por estos alimentos en lugar de snacks innecesarios.
Uso de cremas: Especialmente para personas que presentan problemas en la piel. Utilizar cremas ligeras con efecto emoliente. Estas cremas, ricas en glicerina, vaselina, lanolina y aceites vegetales, mejoran el estado nutricional de la piel y contribuyen a su cuidado.
Los productos hipoalergénicos también son de gran ayuda, porque acondicionan y protegen la piel sin riesgo de toxicidad.
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