“Algunos estudios han demostrado que si estas células se cultivan en un entorno tridimensional, potencialmente pueden originar nuevos folículos pilosos o tallos pilosos”, dijeron los investigadores.
Científicos lograron imprimir en 3D estructuras similares a folículos pilosos en tejido de piel humana cultivada en laboratorio. Esto podría ser útil en tratamientos de quemaduras y enfermedades dermatológicas. La investigación estuvo a cargo del Instituto Politécnico Rensselaer, en Estados Unidos.
La investigación
En primer lugar, dejaron que las células de piel y folículos se dividan y multipliquen en el laboratorio. Después, mezclaron las células con proteínas y otros materiales para crear la “biotinta” que utiliza la impresora. La impresora construyó la piel capa por capa con una aguja y dio forma a las estructuras de los folículos pilosos.
Es necesario destacar que los tejidos artificiales duran entre dos a tres semanas, tiempo insuficiente para desarrollar cabellos.
“Nuestro trabajo es una prueba de concepto de que las estructuras de los folículos pilosos se pueden crear de forma muy precisa y reproducible mediante bioimpresión 3D. Este tipo de proceso automatizado es necesario para hacer posible la futura biofabricación de piel”, afirmó Pankaj Karande, profesor asociado de ingeniería química y biológica en Rensselaer y autor principal del estudio.
“La reconstrucción de los folículos pilosos utilizando células de origen humano ha sido históricamente un desafío. Algunos estudios han demostrado que si estas células se cultivan en un entorno tridimensional, potencialmente pueden originar nuevos folículos pilosos o tallos pilosos, y nuestro estudio se basa en ese trabajo”, aseguró.
El objetivo
Si bien este descubrimiento puede servir en tratamientos contra la pérdida del cabello, el objetivo de la investigación fue desarrollar una piel de laboratorio que funcione como la piel humana natural. Debe poder sudar, reguar la temperatura corporal, entre otras.
Se pueden probar fármacos en la piel cultivada, ya que posibilitan la absorción de medicamentos tópicos y cosméticos.
“En este momento, los modelos de piel contemporáneos (las estructuras diseñadas que imitan la piel humana) son bastante simples. Aumentar su complejidad añadiendo folículos pilosos nos daría aún más información sobre cómo interactúa la piel con los productos tópicos”, dijo Carolina Catarino, primera autora del estudio e investigadora en el Grupo Boticário, empresa de cosméticos brasilera.
“Este trabajo nos permite comprender mejor el potencial y la aplicabilidad de la tecnología de bioimpresión 3D para el desarrollo de otras estructuras complejas dentro de la piel, como la vasculatura y las glándulas sudoríparas y sebáceas”, cerró.
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