El equipo de Miguel Russo tuvo una mala tarde en La Plata y cayó derrotado con el lobo en un partido pobre de ambos lados.
Rosario Central tuvo una mala tarde en La Plata y perdió frente a Gimnasia en el partido correspondiente a la fecha 6 de la Copa de la Liga.
El conjunto rosarino sigue demostrando que de visitante tiene una cara y de local otra, pese a que los protagonistas que salen a la cancha son los mismos.
Este desconcierto se suma a las bajas por lesión (un tema que deberá tratarse seriamente en la próxima pretemporada), los bajos rendimientos generales y algunas cuestiones relacionadas al arbitraje.
Tobías Cervera había puesto en ventaja al canalla a los 21 minutos de la primera parte, tras una triangulación con Jaminton Campaz (el mejor de Central), quien envió un centro desde la izquierda que el delantero conectó para que la pelota entre con algo de suspenso.
Sin embargo a los 44 minutos, un ataque por izquierda entre Guiffrey y Ramírez posibilitó el empate “tripero” por medio de Tarragona.
El encuentro se presentaba chato y con pocas llegadas para los dos, pero a los 9 minutos del complemento, un córner de Gimnasia dio supuestamente en la mano de Toledo y el árbitro sancionó penal, que Tarragona se encargó de convertir.
A pesar de que el arbitraje de Nicolás Ramírez no fue bueno y tuvo una tendencia localista todo el partido, Central pagó cara la falta de jerarquía de varios de sus jugadores y la presencia de suplentes que no están a la altura.
Buscando llegar lo mejor posible al clásico, Russo resguardó a Malcorra, Quintana y espera hasta último momento a Mallo. Piezas claves del equipo titular.
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