El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata dictaminó cadena perpetua para diez represores implicados en la última dictadura militar en la causa de los estudiantes desaparecidos en 1976.
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata emitió su veredicto condenatorio para diez represores involucrados en crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en Argentina. Fueron sentenciados a cadena perpetua por su participación en cuatro centros clandestinos de detención: Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, El Infierno de Avellaneda y la Brigada de San Justo. La sentencia llega 48 años después de la llamada Noche de los Lápices.
El caso
La causa, conocida como el Juicio por las Brigadas, examinó los eventos ocurridos el 16 de septiembre de 1976 en La Plata, durante los cuales estudiantes fueron detenidos y desaparecidos. De aquellos terribles sucesos, solo cuatro sobrevivieron, entre ellos Pablo Díaz, quien brindó su testimonio en este juicio.
El proceso judicial, que se prolongó durante casi cuatro años, se centró en los casos de más de 600 víctimas. Los acusados eran doce: diez de ellos recibieron cadena perpetua; uno una sentencia de 25 años de prisión, y hubo una absolución.
Los represores que recibieron cadena perpetua
- Federico Antonio Minicucci, jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada
- Guillermo Domínguez Matheu, jefe de Actividades Psicológicas del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata
- Jorge Héctor Di Pasquale, jefe de la sección de Operaciones Especiales del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata
- Carlos María Romero Pavón, jefe de Reunión Interior del Destacamento 101 de La Plata
- Roberto Balmaceda, jefe de Contrainteligencia del Cuerpo de Actividades Especiales del Destacamento 101 de La Plata
- Jaime Lamont Smart, el ministro de Gobierno de la provincia durante los primeros años de la dictadura
- Juan Miguel Wolk, jefe de la División Delitos contra la Propiedad y de la División Delitos contra las Personas y de la dirección de investigaciones Zona Metropolitana
- Jorge Antonio Bergés, médico de la policía bonaerense que actuó en los partos y en el robo de los bebés nacidos en cautiverio
- Horacio Luis Castillo, el comisario que actuó en la Brigada de Investigaciones de Lanús –conocida como el Infierno de Avellaneda– y en el Pozo de Banfield
- Carlos Gustavo Fontana, que fungió como enlace entre el Destacamento 101 y el Batallón de Inteligencia 601
La sentencia
La sentencia fue leída por el juez Basílico, quien destacó la gravedad de los delitos juzgados, calificándolos como crímenes de lesa humanidad. El Tribunal estuvo integrado por los jueces Ricardo Basílico, Esteban Rodríguez Eggers y Walter Venditti.
Además de los casos relacionados con estudiantes desaparecidos, el juicio también abordó la violencia diferencial sufrida por personas trans en los centros de detención, destacando la necesidad de reparación y reconocimiento para estas víctimas.
En este sentido, la fiscalía instó a las autoridades provinciales y nacionales a implementar medidas de reparación, como reincorporaciones laborales y beneficios jubilatorios, así como a difundir ampliamente la sentencia para concientizar sobre los crímenes cometidos durante aquel período de la historia argentina.
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