Con la llegada del verano los perros suelen transpirar más y es necesario asearlos con asiduidad, sin embargo hay pautas a tener en cuenta.
La higiene de nuestras mascotas y en especial de nuestros perros nos atañe como la de cualquier miembro de la familia, sin embargo, hay diferentes criterios al momento de determinar con qué frecuencia darles un buen y placentero baño. Con la llegada del calor, los animalitos sufren más que los humanos las altas temperaturas. Es sabido que su cuerpo cuenta con una capa de grasa más gruesa para resistir las bajas temperaturas, y esto trae problemas en épocas de verano.
Lógicamente que la frecuencia con la que uno bañe a su perro depende de múltiples factores. La raza, el tamaño, el pelaje y cualquier otra vicisitud relacionada a lo físico es un elemento a tener en cuenta en cada caso.
Dependiendo la actividad que desarrolle el animal regularmente y su estilo de vida, puede convenir higienizar con mayor o menor intervalo de tiempo.
Bañar muy seguido a tu perro puede ocasionarle pérdida de su pelaje, irritación por eliminación del pH de la piel e incluso sensibilidad cutánea. Los veterinarios aconsejan bañar a las mascotas una vez por mes o mes y medio, siempre encontrando un balance adecuado.
No obstante, dejar al “firulais” sin higienizar por más tiempo puede ocasionar infecciones, mal olor y descamaciones. Asimismo, los canes que tienen pelo corto necesitan menos cuidados de este tipo respecto de los que tienen pelaje más frondoso.
Siempre se aconseja la utilización de agua tibia, productos neutros, cepillos suaves y un enjuague profundo como así secar todo el cuerpo del animal, sin dejar sectores húmedos.
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