Gestores y artistas participaron de un debate en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para impulsar una Ley Nacional de Mecenazgo.
La Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados debatió, ayer jueves, cuatro proyectos destinados a la creación de una Ley Nacional de Mecenazgo. El objetivo central es unificar los diversos regímenes municipales y provinciales existentes en una norma nacional que promueva la participación del sector privado en el financiamiento de iniciativas artísticas y culturales.
Existe consenso entre los distintos bloques legislativos para avanzar en un dictamen mayoritario que dé respuesta a una deuda pendiente en materia de estímulo cultural. La propuesta busca facilitar la interacción entre mecenas y artistas. De esta manera, formar talentos nacionales y la preservar el patrimonio cultural mediante un régimen de colaboración público-privada.
“Trabajar en esta ley nos permite democratizar la participación cultural a nivel nacional y federal”, afirmó Silvina Ginocchio, presidenta de la Comisión de Cultura. En la misma línea, Hernán Lombardi, vicepresidente de la comisión por el PRO, subrayó: “Muchos municipios ya cuentan con ordenanzas de mecenazgo, pero a nivel nacional falta ese marco que incentive la participación de la sociedad civil y el sector privado en la cultura”.
Apoyo y expectativas
El debate contó con la participación de diversos actores del ámbito cultural. Federico Cermelo, director del Observatorio de Familias y Juventudes, resaltó la importancia de la ley para conectar las necesidades del sector artístico con el apoyo del Estado y del sector privado. “Es una herramienta que, bien legislada, permitirá optimizar recursos y crear un puente muy positivo entre las partes”, dijo.
El investigador y especialista en gestión cultural, Emiliano Fuentes Firmani, destacó el carácter inclusivo que debería tener el mecenazgo. “El desafío es compensar las asimetrías históricas entre provincias”, señaló.
Ricky Pashkus, presidente de la Asociación Premios Hugo, apuntó a la movilidad social y la independencia económica. “La cultura tiene un enorme potencial para traccionar la economía, pero aún no ha sido integrada del todo a ese circuito”, opinó el empresario y músico Gustavo Grobocopatel.
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