Según datos del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, los inquilinos destinan la mayoría de sus ingresos en pagar sus alquileres.
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) emitió un estudio que revela que para alquilar un monoambiente en Rosario hay que destinar el 70% de un salario mínimo, vital y móvil. Esto refleja la creciente presión económica sobre la clase trabajadora.
El informe también destaca que un jubilado, teniendo en cuenta el bono extraordinario, debió destinar más del 75% de su ingreso para pagar la vivienda. A este número debe sumarse el pago de expensas y servicios. Estos datos muestran cómo los alquileres aumentaron desproporcionadamente, llegando a cifras como $155 mil para un monoambiente; $193 mil para un departamento de una habitación con comedor y cocina; y cerca de $270 mil para una propiedad horizontal de hasta tres habitaciones.
Comparación internanual
La escalada de precios es evidente cuando se comparan los datos de marzo de 2023 y marzo de 2024, con aumentos interanuales que superan el 200% en algunos casos. Además, los contratos de alquiler firmados antes de octubre de 2023 se actualizan anualmente bajo el Índice para Contratos de Locación (ICL), que en marzo aumentó un 165,5%, muy por debajo de los incrementos registrados en los alquileres.
Sin embargo, muchas personas tienen contratos mixtos que incluyen actualizaciones semestrales basadas en el ICL, a pesar de que esto no sea legal. La incertidumbre económica y las presiones del mercado llevaron a los inquilinos a aceptar condiciones desfavorables, exacerbando aún más la situación.
Desde la Asociación de Inquilinos Rosario (AIR) advierten sobre la importancia de asesorarse antes de firmar un contrato y recomiendan seguir las pautas establecidas en el Código Civil y Comercial para evitar abusos por parte de los propietarios.