El Gobierno de Argentina ha decidido que a partir del 1° de mayo de 2023, los salarios menores a $500.000 brutos mensuales no estarán alcanzados por el Impuesto a las Ganancias.
Esta decisión eleva en un 25% el piso desde el que se paga el gravamen, y busca mantener que del total de los trabajadores y trabajadoras, menos del 10% sean los que tributen el Impuesto a las Ganancias. Desde inicios de año, los sueldos de hasta $404.000 brutos mensuales tributan Ganancias.
Con el nuevo piso de Ganancias, no corresponderá retención alguna del tributo cuando la remuneración bruta no supere $506.230 inclusive. En aquellos meses en que la remuneración bruta del mes supere los $506.230 y resulte inferior o igual a $583.851, los agentes de retención computarán una deducción especial incrementada.
Es fundamental mencionar que esta medida se da luego de numerosos reclamos de dirigentes gremiales. Además, se llegó a un acuerdo entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y la cúpula de la CGT para eximir del cálculo del gravamen a adicionales, horas extra y otros ítems laborales. Fuentes oficiales indicaron que la medida implica “una reducción del total de trabajadores que pagan impuesto a las Ganancias y se beneficiarán aproximadamente 250.000 empleados en relación de dependencia”.
En este contexto entender que el Impuesto a las Ganancias es un tributo que grava las ganancias obtenidas por las personas físicas y las empresas. Este impuesto se aplica en Argentina y en otros países y su objetivo es recaudar dinero para el Estado. En el caso de Argentina, el impuesto a las ganancias es una de las principales fuentes de financiamiento del Estado.
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