En una reciente carta dirigida a su esposo, Acuña -acusada de participar en el crimen de Cecilia Strzyzowski en Resistencia-, realizó una “confesión” que podría tener serias implicaciones legales.
En el escrito, la mujer asegura que ella “encubrió” a su hijo César, desvinculándolo del delito y exculpando a su marido; sin embargo, expertos en la materia sostienen que esta estrategia se trata de una coartada.
En una emotiva carta publicada por el diario Norte, Marcela Acuña se dirige a su esposo, confesando su amor y preocupación por él. Sin embargo, la sorpresa surge cuando atribuye la responsabilidad del crimen a su hijo César: según ella, lo protegió y ocultó para evitar involucrar a su marido, pero todo salió mal y varias personas inocentes están ahora presas, incluyendo a Emerenciano.
Esta nueva estrategia planteada por Marcela deja en claro que si César es considerado el único autor material del crimen, sus padres quedarían excluidos de la acusación de encubrimiento debido al vínculo sanguíneo, según lo establecido por el código penal. Esto podría resultar en su sobreseimiento.
Los investigadores, por su parte, analizan detenidamente cada carta con este enfoque. En la acusación, sostienen que Marcela y Emerenciano no solo encubrieron el femicidio de Cecilia, sino que también desempeñaron un rol central en la planificación y ejecución del delito. Incluso, se los sitúa a los tres dentro de la casa, cerca de la ventana donde se presume ocurrió el asesinato.
Esta “confesión” podría ser una maniobra para salvar a Emerenciano Sena, dejando a su hijo en una posición más vulnerable ante la justicia. Las autoridades continuarán investigando el caso con atención para esclarecer la verdad detrás de este trágico suceso.
Las últimas declaraciones
Alfredo Aguirre, un empleado de la familia Sena declaró y aportó más detalles sobre la situación. Aguirre afirmó ante la Justicia que trasladó muebles con rastros de sangre de Cecilia desde la casa de los acusados hasta la residencia de una mujer. Los fiscales sospechan que intentaron deshacerse de los elementos comprometedores.
El relato del empleado indica que el 6 de junio fue convocado para retirar varios objetos de la casa de los Sena, incluyendo un colchón blanco, una cama de una plaza de madera, dos cajoneras blancas con posibles prendas de ropa íntima de mujer en su interior y un sillón individual de color bordo. Estos muebles fueron llevados al barrio fundado por el piquetero, hoy detenido como coautor del crimen junto a su esposa y su hijo César.
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