Ocho pacientes responden de forma positiva a un tratamiento experimental combinado con fármacos convencionales.
En un ensayo clínico prometedor, una vacuna de ARN ha demostrado ser efectiva contra el cáncer de páncreas, uno de los tumores más letales conocidos. La vacuna fue desarrollada por investigadores del Centro de Cáncer Sloan Kettering de Nueva York y se administró a 16 pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático, una forma de cáncer de páncreas. La vacuna se combinó con quimioterapia, cirugía y un tipo de inmunoterapia, y los resultados mostraron que la vacuna personalizada de ARN mensajero indujo una respuesta inmunitaria sustancial y retrasó potencialmente la recaída de los pacientes.
El cáncer de páncreas es el tumor más letal, con una tasa de mortalidad del 88% de los pacientes. Aunque la cirugía y la quimioterapia pueden retrasar la recurrencia, sus tasas de éxito son reducidas. Sin embargo, algunos pacientes sobreviven a largo plazo y están curados. En estos pacientes, los tumores contienen hasta 12 veces más células inmunes que en otros pacientes. Estas células inmunes son linfocitos T asesinos, un tipo de glóbulo blanco capaz de matar a otras células. Los linfocitos T de los sobrevivientes aprendieron a identificar las proteínas aberrantes que produce el tumor, llamadas neoantígenos, y aniquilarlo.
La vacuna de ARN se basa en esta idea de neoantígenos. La literatura reciente sugiere que la mayoría de los cánceres de páncreas albergan niveles elevados de neoantígenos, que son proteínas de la superficie celular que pueden surgir en la superficie de los tumores tras ciertos tipos de mutaciones del ADN. Estas proteínas pueden ser objeto de terapias vacunales personalizadas con el fin de potenciar la actividad de las células T y mejorar los resultados.
Dicha vacuna se preparó según las características del tumor de cada paciente y se administró en combinación con quimioterapia e inmunoterapia. Los resultados mostraron que la vacuna consiguió activar el sistema inmune de la mitad de los pacientes. Ninguno de ellos tuvo una recaída en el tiempo que duró el ensayo: 18 meses. En cambio, todos los enfermos en los que la vacuna no provocó reacción sufrieron recaídas.
“Una supervivencia de 18 meses sin recaída es un tiempo muy respetable” Ignacio Melero,
Clínica Universidad de Navarra
La vacuna experimental de ARN mensajero y personalizada que se utilizó en el ensayo clínico en fase 1 se publica en la revista Nature, una de las referentes de la mejor ciencia mundial. El equipo que desarrolló la vacuna está liderado por Vinod Balachandran, médico del Centro de Cáncer Sloan Kettering de Nueva York, y por Ugur Sahin y Özlem Türeci, el matrimonio de origen turco que fundó BioNTech y creó la exitosa vacuna de ARN contra el Covid en colaboración con Pfizer. Los resultados son aún muy preliminares, pero marcan un importante hito en un campo en el que los tratamientos y la supervivencia de los pacientes apenas han mejorado en los últimos 40 años.
La vacuna de ARN es un tipo de inmunoterapia que se basa en la administración de ARN mensajero, que es una molécula presente en el núcleo de las células y que se utiliza para transferir información genética desde el ADN a las proteínas. La vacuna de ARN personalizada se prepara utilizando las características del tumor de cada paciente, lo que permite que el sistema inmunológico del paciente reconozca y ataque las células cancerosas.
Aunque los resultados del ensayo clínico son prometedores, la vacuna de ARN aún se encuentra en una fase experimental y se necesitan más estudios para evaluar su seguridad y eficacia a largo plazo.
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