Nuestro país está lleno de lugares para conocer y disfrutar mientras salimos por un rato de la rutina de nuestro día a día.
Una gran idea para combatir el estrés es darse una escapada a los muchos destinos que nuestro país tiene para disfrutar. Por eso hoy, te contamos cuáles son algunos de ellos.
Quebrada de San Lorenzo: Se encuentra ubicada al oeste de Villa San Lorenzo, al pie de la precordillera en el Departamento Capital de la provincia de Salta. El lugar se caracteriza por sus paisajes, quebradas, cerros, bosques y su buena ubicación, cerca de la ciudad de Salta. Se trata de un sitio ideal para la realización de deportes como el trail running y actividades al aire libre. También se puede realizar turismo de aventura como ciclismo y cabalgatas o travesías en vehículos todo terreno
El Bosque Tallado Museo a Cielo Abierto: se encuentra a 13 kilómetros del centro de El Bolsón, Río Negro. Es un lugar que tiene muchas obras realizadas en madera que acompañan la belleza natural del paisaje. El lugar cuenta con un trayecto de caminata donde hay diferentes miradores. Desde allí se pueden admirar los picos nevados de los cerros Lindo, Hielo y Azul, y varios ríos.
Parque Nacional Los Arrayanes: Se ubica en el Departamento de Los Lagos, de la provincia de Neuquén, sobre la ribera norte del lago Nahuel Huapi. El lugar se destaca por su fauna variada, entre las que destacan aves y el huillín, un lobito de río patagónico.
Otros dos lugares para conocer
Bosque Energético: Se trata de una experiencia única, en Miramar en la provincia de Buenos Aires. Se trata de un lugar lleno de historias sorprendentes. El sitio ha llamado la atención del mundo por sus características sobrenaturales.
Bosque Peralta Ramos: Es un barrio residencial y una reserva forestal de la ciudad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires. Esta reserva forestal semirubanizada posee 450 hectáreas y se ubica 11 kilómetros al sur de la ciudad. Sus orígenes remontan a 1862, cuando las tierras fueron compradas por Patricio Peralta Ramos. Muchos años después, se fraccionó un predio de 60 hectáreas y las construcciones comenzaron a verse entre los árboles. A la forestación se le incorporó una variedad de coníferas que realzan el atractivo de sus montes originales.
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