El equipo del Gringo Heinze jugó un gran partido, cortó la racha negativa en tierra brasileña y ya está en la próxima ronda.
En Copa Sudamericana, la Lepra ganó los cinco partidos que jugó y es el único equipo -entre las dos competencias internacionales- con puntaje perfecto. Por eso, a falta de una fecha, ya tiene asegurado jugar los octavos de final. El equipo fue sólido, tuvo un gran rendimiento y consiguió lo que nunca antes había podido hacer en Brasil: anotar goles y conseguir una victoria.
Newell’s salió a la cancha con la idea de adueñarse de la pelota y dominar el partido y así se fue durante los primeros minutos. El primer gol llegó desde un córner cuando se moría el primer tiempo: toque corto atrás, desborde de Iván Gómez hasta la última línea y pase al punto penal para que Sforza la mande a guardar.
El 1 a 0 era justo porque los dirigidos por Heinze habían sido mucho más peligrosos que Santos, que en ningún momento pareció complicar demasiado al equipo rosarino. En el segundo tiempo pasó de todo, incluso en el estadio se cortó la luz y hubo que esperar bastantes minutos hasta que regrese. A los ’80 el árbitro venezolano cobró un dudoso penal a favor del Peixe, que logró igualar el partido y aunque el empate no era un mal resultado para la Lepra, no se quedó atrás en ningún momento y salió a buscar la ventaja.
Tras un tiro libre de Recalde que dio en el travesaño, Aguirre puso el 2 a 1 parcial, hasta que el VAR y el árbitro decidieron anularlo por una supuesta intervención de Sordo, quien, según marcaron, estaba adelantado, aunque no pareció así.
Nuevamente Newell’s, que está haciendo una Sudamericana más que buena, pudo imponerse ante su rival y con un golazo de Portillo a falta de pocos minutos, y, con méritos, consiguió los tres puntos y el anhelado pase a octavos.
La Lepra conocerá su rival más adelante, pero, si derrota a Audax Italiano en la última fecha en el Coloso, se asegurará la localía en el segundo partido de octavos hasta la final de la Sudamericana.
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