Las tensiones entre Taiwán y China continúan aumentando. El 24 de junio, el Departamento de Defensa de Taiwán detectó cinco buques de guerra chinos y 19 aviones, incluidos aviones de combate J-10 y J-16, que se acercaban a Taiwán.
En respuesta, el ejército taiwanés emitió una advertencia, afirmando que destruirían cualquier avión o barco chino que se acerque a 12 millas náuticas (aproximadamente 22,2 km) de la costa de Taiwán, que consideran sus aguas territoriales y espacio aéreo. Esta postura agresiva de Taiwán es un mensaje claro para China de que defenderá su soberanía y seguridad.
Es importante tener en cuenta que este no es el primer incidente de este tipo. Se han producido encuentros similares en el pasado, con un incidente notable ocurrido el 1 de enero de 2023. El hecho de que estos enfrentamientos sean cada vez más frecuentes sugiere una tensión creciente entre las dos partes.
La situación entre Taiwán y China es compleja y tiene sus raíces en factores históricos y políticos. China considera a Taiwán como parte de su territorio bajo el principio de “Una China”, ampliamente reconocido en el orden internacional. Por otro lado, Taiwán se ve a sí mismo como una entidad separada e independiente, con su propio sistema gubernamental, militar y democrático.
Provocación de China
En los últimos años, China aumentó sus actividades militares en torno a Taiwán, incluido el envío de buques de guerra y aeronaves a la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán. Estas acciones son vistas como una demostración de fuerza y una muestra de las capacidades militares de China. El número de vuelos militares chinos a ADIZ de Taiwán aumentó, con un récord de 77 vuelos informados en un período de dos días. Estos vuelos tienen múltiples propósitos para China, incluida la demostración de su fuerza militar a una audiencia nacional y la recopilación de inteligencia para posibles conflictos futuros.
Respuesta de Taiwán
Taiwán, por otro lado, ha sido firme en su respuesta a las provocaciones militares de China. La reciente advertencia emitida por el ejército taiwanés refleja su determinación de defender su territorio y mantener su soberanía. Sin embargo, vale la pena señalar que Taiwán también ha enfatizado su preferencia por las resoluciones pacíficas y ha declarado repetidamente que no quiere ser el primero en participar en un conflicto armado.
Dada la complejidad de la situación y el potencial de escalada, es crucial que ambas partes ejerzan moderación y entablen un diálogo diplomático para evitar un mayor deterioro de la situación. La participación de otros países, como Estados Unidos, Japón y Australia, también podría desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad en la región.
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