Las exportaciones crecieron un 21,7% y las importaciones cayeron un 35,4%, generando un superávit comercial histórico.
Durante el primer semestre de 2024, Argentina alcanzó un superávit comercial de más de u$s10.000 millones, impulsado por la recesión económica y un notable incremento en las exportaciones respecto al año anterior. En junio, el intercambio de bienes con otros países registró su séptimo saldo positivo consecutivo.
Según datos del INDEC, en junio las exportaciones totalizaron unos u$s6.590 millones, marcando un aumento del 21,7% en términos interanuales. Paralelamente, las importaciones cayeron un 35,4%, llegando a u$s4.679 millones.
Números
El aumento en las ventas al exterior fue liderado por productos primarios y manufacturas de origen agropecuario, con crecimientos del 40,1% (+u$s511 millones) y 16,1% (+u$s353 millones) respectivamente, en comparación con junio de 2023. Este incremento se debe en gran parte a la baja base de comparación causada por la sequía que afectó al país durante el último año de la gestión de Alberto Fernández. Destacaron las exportaciones de cereales y oleaginosas, especialmente los porotos de soja.
Además, contribuyeron al aumento de las exportaciones productos como aceite de soja y sus derivados, vehículos y petróleo.
Por otro lado, la caída en las importaciones se explicó principalmente por la disminución en la compra de bienes intermedios y piezas para bienes de capital, con bajas del 37,6% (-u$s1.083 millones) y 37,3% (-u$s524 millones) respectivamente.
En el primer semestre, las exportaciones sumaron unos u$s38.176 millones, mientras que las importaciones alcanzaron los u$s27.468 millones, resultando en un superávit de u$s10.708 millones, el más alto desde que el INDEC tiene registros.
No obstante…
Aunque este superávit permite al Banco Central acumular reservas y compensar los egresos por el comercio de servicios y pagos de deuda, es importante señalar que el panorama sería diferente en un contexto de crecimiento económico sostenido. Históricamente, por cada punto de aumento en el PBI, las importaciones tienden a crecer tres veces más. En contraste, durante una recesión como la actual, las compras al exterior se reducen drásticamente.
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