La opción de reproducir audios y videos a mayor velocidad está disponible en casi todas las plataformas. Sin embargo, expertos advierten sobre los posibles efectos adversos de esta práctica.
En un mundo saturado de información y ansioso por la inmediatez, la práctica conocida como speedwatching ganó terreno entre los usuarios digitales, especialmente los jóvenes. Expertos investigan los posibles efectos adversos y el impacto en la salud mental de este fenómeno, que implica reproducir audios y videos a velocidades aceleradas.
María Paula Castro, psicóloga del Servicio de Salud Mental del Hospital Universitario Austral, explica que el speedwatching es un síntoma de la cultura de la inmediatez, donde la sobreabundancia de información genera ansiedad, llevando a las personas a buscar absorber la mayor cantidad de datos en el menor tiempo posible.
Diversas plataformas digitales, como WhatsApp, Telegram, TikTok, y servicios de streaming, ofrecen la opción de aumentar la velocidad de reproducción. Aunque esta herramienta puede ser útil en situaciones puntuales, los expertos advierten sobre su uso excesivo.
Los efectos
La psicopedagoga Sylvie Pérez advirtió que si bien el speedwatching ofrece ventajas como el ahorro de tiempo, puede tener consecuencias en la formación de las generaciones jóvenes, afectando su atención, retención, comprensión y memoria.
Acelerar la reproducción de contenido puede ser útil para filtrar información y optimizar el tiempo, pero la velocidad constante puede afectar la calidad y el detalle de la comprensión. La velocidad puede generar una pasividad mental al acostumbrar al cerebro a recibir estímulos rápidos sin procesar la información de manera profunda, según alertan los especialistas.
Los expertos destacaron la importancia de considerar la adaptabilidad del cerebro a la velocidad y cómo esto puede influir en el aprendizaje, especialmente en edades tempranas.
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