Tras una investigación, expertos de la Universidad de Harvard identificaron el té de hibisco como un poderoso aliado en la lucha contra los malestares de la gripe y el resfriado.
Originaria de África, el hibisco es una planta tropical que no solo posee propiedades nutricionales, cosméticas y medicinales que pueden combatir estas enfermedades, sino que también contribuye a la pérdida de peso y al mejoramiento del metabolismo.
Los investigadores de Harvard han destacado que el hibisco es rico en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias. Esto ayuda a combatir la gripe y, además, es beneficioso en el tratamiento de otras enfermedades crónicas no transmisibles.
Asimismo, se ha demostrado que el té de hibisco actúa como un protector hepático, combate el colesterol malo de manera efectiva gracias a las antocianinas que contiene, mejora el control sobre la generación de grasa en el organismo, previene el envejecimiento de la piel, fortalece el sistema inmunológico, combate la anemia y puede ser beneficioso para las personas que padecen diabetes tipo II al ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre.
Cómo consumirlo
En cuanto a la forma de consumir el té, se puede disfrutar tanto caliente como frío. Para prepararlo en caliente, basta con sumergir dos cucharadas de cálices de hibisco en 200 ml de agua hirviendo, dejar reposar durante 5 a 10 minutos y retirar los cálices. Se puede endulzar con miel, estevia o azúcar, e incluso añadir un trozo de lima, canela o menta para potenciar su sabor.
Para disfrutarlo en frío, se recomienda utilizar 3 cucharadas de cálices de hibisco, colocarlas en agua fría y dejar reposar en la heladera entre 4 y 10 horas, endulzando al gusto y añadiendo los mismos complementos para darle un toque refrescante.
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